MAJISHAN

Capítulo 2

Ciertamente, Erik Thin, no fue un mago completamente bueno. Tuvo más de una fechoría cometida, sin embargo lo que de verdad lo convirtieron en un mago de buena calidad y famoso por sus actos, eran porque ayudó a la construcción de pirámides egipcias. Supuestamente, en los libros de historia de los humanos, fueron los egipcios quienes construían esas monstruosas pirámides, pero daba la casualidad de que muchos egipcios eran Majishan ocultos. Antiguamente, nadie consideraba mal el hecho de usar magia, incluso lo consideraban afectuoso para la construcción y el modelaje. Sin embargo, que algunos humanos y otros no pudieran utilizar magia fue lo que determinó la guerra entre humanos y Majishan. Sin irnos demasiado del tema, Erik ayudo a la construcción de las pirámides y con su magia de creación a partir de nada, pudo hacer grandes esculturas en un futuro próximo. Como a la gente le encantaban esas esculturas se quedaron con Erik y todo el mundo lo conoció como el Creador de Imaginación, Erik Thin.

Su hija, era muy diferente a él. Por lo que cuentan, él era un engreído que nunca podría tener jamás relación con nadie pese a su egoísmo y severidad con la gente. Aun así, no sé muy bien como diantres llegaron a tener una hija. Ella vio que no estaba prestando atención mientras tomábamos un helado. Y entonces me miró mal. Dijo algo como: « ¿En qué estás pensando bobo?». Yo no conteste, simplemente me la quede mirando. Si ella es la hija de Erik, eso querría decir que su padre había tenido un hijo... pero el señor Thin murió hace cosa de cien años. ¿Cómo era posible? Esa criatura no tendría más de cien años.

-        Permíteme el atrevimiento... ¿estas segura que tu padre es Erik? – pregunté yo con inseguridad.

-        Por supuesto. Supongo que te debes hacer la misma pregunta que todos... verás... cuando yo nací, mi padre no quería que su mala fortuna cayera sobre mí y entonces mandó a un mago de hielo que me congelará hasta hace dos años. Cuando volví en mí, no tenía a mi padre para enseñarme, pero sabía que lo había hecho por mi bien. Y eso me dio fuerzas a continuar.

Quede maravillado por la historia que me había contado, realmente no me imaginaba eso de Erik. Salimos del bar para ir en busca del muchacho que el Maestro me había dicho de traer. Ella entonces me acompañó con la excusa de querer ayudar aunque no fuera oficialmente del gremio. Entonces fue cuando vi a Sorato. Ciertamente, él me vio a mí. Vino corriendo y entonces soltó algo como: « ¿Has visto que han sacado el nuevo tomo del manga Tongu? ». Quería ir a comprarlo enseguida, pero no pude a causa del trabajo que tenía que hacer.

-        ¿Hoy no era tu día libre? – preguntó Sorato.

-        Lo era – dije yo enfurecido.

-        Bueno, que lastima... yo aún tengo día libre y muchas cosas por hacer... - se burló él.

-        ¡Maldito seas! – bramé yo – Si no tienes nada más que hacer que vaguear por las calles.

-        ¡No! No es cierto, hoy tengo un encargo... – se excusó él.

-        ¿Ah sí? Y de que se trata, ¿eh? – le miró enfrentado yo.

-        No es de tu inconveniencia – aclaró él.

-        Eso es porque no tienes nada que hacer – aclaré yo.

-        ¡¡Qué te he dicho que sí!! – gritó él – Y bien, ¿Qué tienes que hacer tan importante?

-        Ir a recoger a un muchacho – dije yo dubitativo – Por cierto, tú eres de aquí, ¿no?

-        ¡Si! – admitió él - ¿Por qué?

-        ¿No habrás visto una casa roja llamativa por el barrio? – pregunté yo