JAMES.

Capítulo 2.

MADISON.

Me encaminaba a la Universidad tal y como ordenaron mis padres, realmente a mi me importaba una mierda total mi vida solo depende de mi apellido, pero tenia que llevar una vida normal como cualquier otra adolescente.

Estacione en el parking de aquel recinto, me baje del auto sin poder antes fijarme en las chicas, ¿realmente venían a clases? Porque lo único que parecía era que en cualquier momento alguna de ellas se sacaría la ropa dando paso a una carrera.

Carreras ilegales, que delicia, amaba correr era lo único que podía calmarme sin necesidad de golpear o matar a alguien, saciar a mi demonio.
Sin darle mas vueltas al asunto entré para dirigirme a secretaria donde me atendió una señora tomando un café a la par que miraban unos papeles que quedaban sobre su mesa.

— Tú debes ser la nueva, Madison Lee ¿cierto? — Dijo con el ceño fruncido y sin levantar vista de aquellos documentos, si Lee sería un apellido falso. Todo fue el magnifico plan que se le ocurrió a mi padre.

—Sí, soy la nueva. Venia a por.. — No me dejo terminar interrumpiéndome, levante mis cejas desafiante mirando hacia donde ahora señalaba con unos de sus dedos.

—Como sea, ahí tienes todo lo necesario. Buen día. — dijo antes de dar un sorbo a su café, me paré frente a la estantería sujetando libros y demás de materiales.

–Gracias. — agradecí lo más amable posible, no quería fastidiarla desde primer momento. No espere una respuesta cuando ya estaba saliendo de la sala.

Me dirigí hacía el lugar de las taquillas para dejar allí el dichoso bolso, no me gusta nada llevarlos.. pudiendo coger lo imprescindible y hoy no iba ser una excepción.

Fui sacada de mis pensamientos al oír un no muy fuerte golpe, unas chicas acorralaron a otra justo al lado de la que sería mi taquilla, pase por entremedio de la gente que empezaba a llegar a deleitarse de la burlas de esta hacia una rubia que solo se dedicaba a asentir.

Empuje su codo intencionadamente me estaba empezando a cansar.

—¿Que coño haces? Mira por donde vas. — Se volteó intentando intimidarme con su mirada. Justo lo contrario que me parecía, daban ganas realmente de reírse.

—Aparta de mi taquilla, ¿Lo hacemos por las buenas o por las malas? Elige.— le devolví la mirada causando mas efecto en ella, se hizo a un lado mientras los murmullos cada vez se hacían mas presentes.

El timbre que daba comienzo a las clases sonó desapareciendo así la gente que nos rodeaba por los pasillos, el intento de Barbie se fue con aires de grandeza dedicándome una mirada de asco alzando su pelo. Lo dejé pasar esta vez mordiéndome la lengua, como he dicho no me apetecía pelear y menos mi primer día, la próxima vez me lo pensaré.

Me quedé unos minutos fuera mirando el horario, me costó dar con la maldita clase pero al final la encontré. La puerta estaba entreabierta y el tutor aún no había aparecido, una vez dentro algunos empezaron a cuchichear por lo ocurrido hace unos momentos ignore eso buscando un sitio, di con uno y nuevamente aquella rubia tímida de antes estaba al lado de este, me acerqué hasta ella que me miraba apretando los labios mientras me recorría con la mirada.

—Tranquila no como a nadie, por ahora. —  no pude evitar bromear al ver su cara al acercarme.

No respondió en ningún momento, se dedicó a observar cada uno de mis movimientos. Algo que realmente me incomodaba, no me agradaba que la gente lo hiciera por mucho tiempo pero eso a ella le daba igual ya que no apartaba su mirada. Rodé los ojos a otro lado del salón cuando se fijó en la tinta que sobresalía de mi piel.