Capítulo 8.

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Kate separó sus labios de los míos , lentamente. Fue una sensación rara , pero agradable a la vez.

—¿Qué fue eso?—me miró con cara pilla.

—¿N-no te ha gustado?—dije , con miedo. Obviamente,  a mí sí me había gustado , sino no la habría vuelto a besar.

—No, no es eso...Me ha encantado.—sonrió , y yo le devolví la sonrisa , aliviado.—Es sólo que se me ha hecho raro.

No le respondí. Contemplé unos segundos más su preciosa cara antes de que se fuera.

—Me tengo que ir.—le puse un mechón de su pelo detrás de la oreja , y me dio un inesperado y dulce beso en la mejilla.—Adiós , cariño. Lo he pasado muy bien contigo hoy.

Puse mi mano en la mejilla , sorprendido. ¡¿Me había llamado cariño ?!

Ella rió ante mi expresión.

—Y-yo también.—tartamudeé. Vi como sus ojos se arrugaban mientras sonreía tan ampliamente , mientras se alejaba y se giraba para mirarme. Me encantaba que hiciera eso.

Dios , me encantaba mucho.

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—¡¿La has besado?!—Liam abrió los ojos como platos.

—Así es.—sonreí.

—¿Y?—me miró burlón.

—¿Y?—repetí.

—Que si ya sabes si te gusta.—respondió al fin.—¡Tío , no pillas nada!—me dio un golpecito en el hombro.

—N-no sé...tal vez.

—¿Tal vez?—dijo Corey. También era mi amigo, no iba a contar nada sobre Kate y sobre mí, pero él estaba en la habitación y Liam me obligó a contar todo con todos los detalles.—¿Eso es un ,colega?—me miró con cara pilla.

Respiré hondo antes de decir lo que iba a decir.

—Sí , definitivamente , me gusta Kate Martin.—confesé, con una sonrisa.

Se me hacía raro pronunciar esas palabras , pero era la verdad. Jules y yo lo dejamos y , sinceramente  me alegraba de eso , porque de esa manera,  me di cuenta de que me gustaba Kate Martin. Me gustaba desde que nos besamos en aquella fiesta, pero en ese momento yo no lo sabía.

—Ahí te queríamos ver.—dijo Liam , divertido.

—¿Y a qué esperas?—preguntó Corey.

—¿A qué espero? ¿Para qué?—repetí , echándome en la cómoda y blandita cama. Me estaban confundiendo por el hecho de no terminar las frases.

—Sí , tío.—Corey suspiró al ver que yo no pillaba nada.—¿ A qué esperas para decírselo?

—¿No es un poco pronto para eso?—me rasqué la nuca.—Además , sólo han pasado tres días desde que lo dejé con Jules . Creo que se merece algo de respeto.

—Tío , tú ya querías a Kate mucho antes de que Jules viniera a verte jugar en el partido.—dijo Liam.—¿Te acuerdas de aquel día en clase de literatura que me preguntaste por qué Kate estaba ahí?—asentí.—Me dijiste que te caía mal , pero vi como la mirabas de reojo y ella apartaba la vista.—prosiguió.—Nosotros podemos decir una cosa , pero nuestros ojos pueden decir otra.—me dio una palmadita en la cara. Tenía toda la razón.

—Dejando éste tema a parte...—empezó a hablar Corey.—¿Te vienes a una fiesta? Jace y Mason ya deben de estar ahí.

—¿Otra fiesta? Y encima , ¿en lunes?—fruncí el ceño.—Ustedes no os cansáis de fiestas , ¿eh?—rieron.

—¿Te vienes? Es en la fraternidad...por tanto , Kate estará allí.—me miró con cara pilla.

—Me habéis convencido.—me levanté de la cama.


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Eran las 12:11 a.m.

El lugar estaba lleno de estudiantes universitarios con vasos rojos. Mason me ofreció uno , pero me negué. No pensaba beber esa noche.

Fue una estupidez ir a esa fiesta. No había ni rastro de Kate , quizás se habría acostado.

—¡Vamos a jugar al juego de la botella!—propuso Liam , borracho.

Hubieron gritos de aprobación.

Solía pensar que los universitarios eran más maduros ,  en vez de venir un lunes a las doce de la mañana a una fiesta  , sabiendo que al día siguiente había clases y acabarían con una resaca de mil demonios.

—¿Juegas , Tyler?—me preguntó Jace.

Antes de que pudiera negarme , la botella ya estaba dando vueltas y  ya se había formado un círculo alrededor. Liam se levantó , me cogió del brazo y me sentó en el círculo.

Cuando terminó de dar vueltas , la botella se quedó parada entre una rubia y yo.  Eso significaba que tenía que besarla.

Ah , no. De eso nada.

Antes de que la chica presionara sus labios contra los míos , me separé y me levanté en un abrir y cerrar de ojos.

Quedaría como un mujeriego —por así decirlo— si besara a una chica distinta cada vez que estuviera en una fiesta, y , definitivamente yo no era así.

Abandoné el círculo dedicándole una sonrisa de disculpa a la chica y me fui escaleras arriba.

¿Dónde estaría la habitación de Kate?

Iba abriendo puerta por puerta, pero las habitaciones estaban vacías.

Suspiré.

Sólo quedaban dos puertas.

¿Y si ella no estaba en la fraternidad? ¿Y si se fue a dar una vuelta con su amiga , después de cenar? No lo sabía , pero estaba dispuesto a abrir esas puertas y averiguarlo.

—Y-yo...perdón.—dije , mientras abría los ojos como platos al ver lo que acababa de ver. Cerré la puerta de inmediato.

Giré el pomo de la última habitación de esa planta.

—Aquí estás.—sonreí.












72 Horas Para Encontrarla #PastelAwards2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora