Dreams Of Bad Girl

No lo harás.

No leerás esto, porque no te lo mandaré. Tampoco sabrás qué tan arrepentida estoy de esta situación, ni cuán grande es la impotencia de no tenerte entre mis brazos. Prometimos, ilusos de cuál era futuro, vernos de nuevo. Siendo cómplices en silencio, de los presagios que aún estaban por avecinarse y que, como a todos, les aguarda un contratiempo algo intruso.

¿Palabras? Sólo las que tú, yo y el viento que soplaba, fuerte y cálido, en esa tarde de verano susurrábamos en el oído del otro, como un cántico celestial. Con promesas coloquiales y desordenadas que quedaron impregnadas como tinta negra en mi piel. Dejando la marca tatuada de tu paso por mi vida, que aunque efímera, placentera.

Todo por lo cual hemos luchado, ha sido arrebatado por la fuerza inexistente que nos unía. Ese hilo invisible, fino y grueso a la vez, que ayer juntaba nuestros corazones y pensamientos, hoy es destruido por nosotros mismos.

¿Cuán caro es el precio que debo pagar para volver a ser tuya, tanto como para que tú, seas mío? Así el mismo cielo tenga que bajar, las lunas tenga que contar o los mares tenga que nadar. Por ti, amor mío, lo haré.