Decepciones.

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—¿Otra más?, ¿cuántas van ya?—pregunta mirándome a través del espejo, sentado en mi cama.
—No lo sé
—tienes que aprender, chica—suspira—. ¿Cuándo dejaste de ser la que eras?
—Nunca lo he dejado de ser...
—Si, ya no eres la misma. Ahora lloras, sufres, eres fría y calculadora, cuando antes eras risueña y cariñosa—susurra cerrando los ojos—. ¿Qué te pasó?
—La gente cambia, y crece—mascullo cruzando mis brazos sobre mi cuerpo bajando la mirada—. Solo fue eso, crecí.
—¿No te das cuenta? No eres la misma, te metes en tu mundo sin importarte los demás. Sufres tú sola, lloras en silencio, para que el mundo no vea lo que eres, tienes una sonrisa cuando por dentro estás muriendo de rabia, quieres llorar pero ríes, quieres soltar lo que llevas dentro, y sin embargo, asientes y te ensimismas en la música—enumera poniéndose de pie y acercándose a mi—. ¿A caso es ella tu mejor aliado?
—Fue la única que nunca me falló. La única que estuvo ahí en mis peores momentos, la que está ahí a pesar de todo—me giro mirándolo a los ojos—. ¿Qué quieres que te diga? Si, crecí, bueno, crecimos—acaricia mi mejilla haciéndome cerrar los ojos al tacto—. Tenemos que saber cuando reforzar nuestro corazón, para que, eso que muchos llaman vida no nos destruya lentamente, porque al fin y al cabo, no saldremos vivos de esta.
—Saldremos vivos de este infierno, si salimos juntos.

Dreams Of Bad GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora