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En la pizzería tuve la oportunidad de conocer como era Rubén realmente. Me sentí estúpida por pensar que era...como los demás. No, joder, era increíblemente amable y...da igual.

Mi mejor amiga me importaba más. Anaís era demasiado...frágil. No quería perjudicar nuestra amistad por un chico.

Llegamos a casa de Rubén y allí estaba ella. Ambos nos sorprendimos bastante y nos quedamos mirándonos e intercambiando miradas de sorpresa.

R: Anaís...¿qué haces aquí?

A: Venía a por la chaqueta que me dejé aquí el otro día. Y vosotros qué, ¿de cenita romántica?

Ar: N..no, venimos de una pizzería, porque estaba estudiando y... A: Que era broma, tonta.

Me sorprendió que de verdad se lo tomara tan bien, ya que sus celos eran demasiado graves en la mayoría de ocasiones.
R: ¿Como has entrado?

A: He hecho una copia de las llaves por si hay alguna emergencia.

R: Sin mi permiso.

A: O para darle una sorpresa a mi chico preferido -sonrió, con una sonrisa pícara.

R: Voy a por tu chaqueta... Ar: ¿Qué tal llevas la selectividad? -le pregunté con el tono más cordial que encontré.

A: ¿Me estás hablando a mí?

Ar: Eh...sí.

A: Mira, enserio, si de verdad te crees que Ru se va a fijar en alguien como tú estás muy perdida, de verdad.

Ar: Tal vez, pero no me gusta Ru, no te preocupes.

A: Más te vale. Y no le llames Ru, esas confianzas no son buenas.

Ar: ¿Confianzas?

A: Te has mudado a su casa antes que su novia. Ni se te ocurra intentar nada. No es que esté celosa, es más bien por ti, no quiero que Ru te haga daño rechazándote, como todo el mundo. Consejos de mejores amigas, ¿no? Recuerda que siempre estaré aquí para todo.

Yo seguía sin contestarle, incrédula por las estupideces que acababa de decirme.

Ar: Claro...-dije, fingiendo una sonrisa.

A: Ya te encontraré a alguien, don't worry cariño.

Me ponía demasiado nerviosa que hablase en inglés cuando no tenía ni idea de este idioma.

Ar: Lo harás- volví a sonreír.

En ese momento entró Ru en la habitación.

R: Tu chaqueta.

A: Muchas gracias mi amor, te quiero.

Lo besó y se despidió de mí con una sonrisa cínica a más no poder.
A: Adiós, meja.
Enserio, ¿qué le había pasado a mi mejor amiga?

MAYBEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora