Capítulo 7

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-Cómo vas a entenderlo si solo estás cegada por ti, por lo que quieres ver, culpándome de algo que no hice. ¿Y qué importa si lo que digo es verdad? ¿Qué importa si la chica rubia que tengo frente a mí tiene la razón? ¿Qué importa si la amo y ella se aleja? ¿Qué importa si le rompo el corazón? Nada, nada importa. - Anahí salió llorando y tirando la puerta al salir. Dulce suspiró.

-Será mejor así Anahí... No podría estar con la hermana de la mujer que tanto odio, realmente lo siento princesa.

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-¿Eres idiota o te haces?

- ¿También me gritas?

-Sí, y más bien debería golpearte. ¿Cómo le hiciste eso a Anahí? ¿No vez que la amas? Definitivamente quiero golpearte.

-Déjame en paz Maite. ¿No ves que no recuerdo? No quiero verla, no quiero tenerla cerca...

-Pero tú la amas y debes recordarlo.

-¿Y cómo? Además aun recordándola no podría estar con ella. ¿No entiendes que es la hermana de Lorena?

-¿Tú no entiendes que Lorena es pasado? - Dulce respiró calmándose. Maite la imitó. - Dul, Any está mal... No es justo esto que le haces. - Dulce miró hacia la ventana.

-No viene hace dos días...

-¿Y qué esperabas después de cómo la trataste?

-No la conozco May, no la conozco y ella quiere que la recuerde ¿no entiendes? - Dulce comenzó a llorar sujetando su cabeza por el fuerte dolor en ella.

-Dul, Dul... Cálmate, voy a llamar al doctor. - En ese instante Dulce se desmayó. Maite corrió por ayuda.
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Días después...

-No te preocupes May, esta noche yo me quedaré con ella. - Dijo Anahí observando a una dormida Dulce.

-Any yo...

-No la alteraré, pero por favor déjame cuidarla aunque este dormida. - Maite asintió y se fue dejando solas a Anahí y a Dul en esa fría habitación de hospital. Anahí se acercó a Dulce y acarició su rostro suavemente procurando no despertarla. - Te amo Dul. - Una lágrima corrió por su mejilla. - No pensé que te fuera a querer tanto... - Luego acarició su mano y Le dio un pequeño beso en ella. Haló una silla y la colocó junto a la camilla para estar más seca, la observaba y lloraba en silencio extrañándola. Tenía su mano entre las suyas y su cabeza apoyada en la camilla cuando se quedó dormida.
A medianoche Dulce despertó y se asustó al notar que una mujer rubia dormía en la silla y tenía una de sus manos entre lazadas a la suya. Dulce pensó que la chica tenía que ser Anahí, a pesar de no poder ver su rostro. Algo dentro de ella la hizo sentir ternura y con su mano aún débil sintió la necesidad de acariciarla, cuando su mano iba a tocar el cabello de la rubia mujer se detuvo y la alejó. La verdad era que le producía ternura pero no dejaba de olvidar que esa mujer no era nada ni nadie en su vida y que era la hermana de la mujer que detestaba tanto. Dulce se sentía terriblemente mal por esto y sin saber el por qué de sus confusos sentimientos. Decidió no despertarla y volvió a quedarse dormida.
Cuando Dulce despertó en la mañana busco rápidamente con la vista a Anahí pero esta no estaba por ninguna parte y en su corazón sintió un poco decepción o de dolor, ella no lo sabía identificar bien sus emociones. Pensaba en esto cuando Maite entro por la puerta.

-Despertaste, ¿Cómo amaneciste hoy?

-Mejor... ¿Te quedaste anoche a dormir aquí o alguien más se quedó?

-Por supuesto que me quede yo. - "Imposible" pensó Dulce "la mujer de anoche era rubia no pelinegra como Maite".

-Ok, gracias May.

Loca por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora