Cap 2

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-¿Diez?- pregunta animadamente Zafiro. Al lado de ella esta José, Paul, Joshua, Clarisa, Karina, Fredy y Néstor.

- quiero pero no puedo- me disculpo- mi distracción del mes pasado afecta rotundamente mi tiempo libre.

-vale, cuídate- habla Zafiro y me despido de mis amigos- diviértanse- hablo triste. Paul es el último de quien me despido.

-¿Qué pasa?, dijiste que seguiríamos siendo amigos- habla el chico de ojos negros como la noche que me encanta. Él tiene ese brillo en ellos que hace que vea el cielo nocturno en sus ojos. Recapacito un poco respecto a la situación en la que ahora me encuentro y me esfuerzo para concentrarme en dar respuesta

-y lo seremos, pero ahora tengo clases, diviértete- le doy un beso en la mejilla. Que es lo más lejos o en realidad lo más cerca que puedo llegar con él. Mi corazón lo sabe y se entristece. Llego al coche negro estacionado y Ramón abre la puerta de este para que yo haga mi ingreso

-"buenas tardes pequeña" –

- hola Ramón- Ramón es como mi hermano mayor. Alto 1.80, piel trigueña, cuerpo trabajado y cabello castaño oscuro. Ángela suspira por él de vez en cuando.

-No estamos alegres esta tarde-comenta Ramón desde el asiento del conductor -me entere que necesitas ayuda en arte-parece que toda la casa ya lo sabe. Oculto mi cabeza con las palmas de mis manos. Aun sabiendo que no me mira nadie más que él. Es vergonzoso. Y sin poder aguantar, mis ojos están húmedos.

- pequeña, todos tenemos un talón de Aquiles- él voltea desde su asiento a mirarme-solo hay que encontrar la manera de superarlo, respira-el me alcanza su pañuelo

Hago caso a su indicación y levanto la cabeza, secando las lágrimas que juegan en mis ojos- bien, mejor así. El solo hecho de llevarme su pañuelo a la nariz y aspirar el aroma de este me tranquiliza - enciende el auto y nos alejamos del colegio.

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