Apariencias

Cap 10

-Cuéntame todo- Angelá esta tirada en su cama. Cuando entro a su habitación- ¿vas a hablar o tengo que sacarte palabra por palabra?-me siento en la cama y me saco las balerinas, acto seguido me hecho al lado de ella.

-¿qué quieres saber?- finjo no saber a qué se refiere

-¿cuándo, donde, con quién, te gusto?- suspiro para poder responder a sus preguntas. Y hablo rápido.

-primerdíarteAndrewnosé-ella se levanta sorprendida y se queda sentada ahí por un instante.

-¿qué?-sacude la cabeza

-no pienso repetirlo- me levanto y copio su acción. Llega un golpe en mi cabeza. Ella impacta una de sus almohadas en mí. Llevo mi mano al lugar del impacto y soy rodeada por ¿los brazos de Ángela?

-la bebé ya no es una bebé, no lo puedo creer. Estoy orgullosa de ti. Esto tenemos que festejarlo- Deja de abrazarme y entra a su armario

-no es necesario Ángela-

-claro que sí, fue tu primer beso. ¿Recuerdas el día que tuve mi primer beso?-claro que lo recuerdo. Ángela me llevo al centro comercial. Compro lencería. Su primera tanga. Dijo que ya tenía la edad para usarlas.

-¿a vamos ahora?- Ángela y yo estamos en el centro comercial.

-el día de hoy tu culito quedara embellecido por una tanga, obvio ¿de qué color la prefieres?-

-estás loca, yo no voy a comprarme una tanga-

-claro que no, yo te la regalare, por obtener tu primer beso- Ángela se detiene a mitad del camino- ¿Dijiste que no lo sabes? ¿A qué te refieres con eso?-

-lo que escuchaste, no se-

-encontraremos la respuesta a eso, por lo pronto creo que te quedara bien el negro, el negro combina con todo- Ángela sale de sus pensamientos y reanuda su camino. Yo la sigo cuando entramos a una de las tiendas.

-¿en qué puedo ayudarlas señoritas?- una de las asistentes de la tienda se presenta con nosotras. Ángela se inclina a la dependienta y le susurra algo al oído. La señorita sonríe y confirma con la cabeza a lo que sea que le dijo mi amiga. La dependienta nos guia y no es hasta llegar a esta sección que me doy cuenta de la solicitud de mi amiga, ¡Ángela te voy a matar!

-es un regalo de mi parte. Nada de hacer muecas- Ángela escoge y pregunta a la dependienta cada una de sus dudas. Yo me muero de vergüenza. ¿Y si alguien nos ve? En momentos como este me arrepiento de haberme peinado la trenza, si mi cabello estaría suelto tendría con que taparme. Ángela sigue a la dependienta a la caja. Cuando finalmente estamos fuera de la tienda regaño a Ángela.

- ¿Comestibles? ¿Enserio? ¿Qué vamos a hacer si alguien nos ha visto?, me niego rotundamente a ponerme eso, ¿Cómo se te ocurre siquiera pensarlo?-

-deja de hiperventilar, nadie nos ha visto, y si lo han hecho que problema. Somos jóvenes tenemos derecho a elegir que llevar en nuestros culos. Realmente te están afectando las notas- ella habla y se hace camino a la heladería-

-¡se llama cordura! Y tampoco me están afectando las notas como dices- Ángela pide uno de menta para ella y uno de fresa para mí.

-vale, tus notas están bien y estarán mejor. Ahora por favor, relajate, disfruta del helado y lleguemos a solucionar el << no se >>- Ángela deja las bolsas de compras a un lado de su asiento.

-¿cómo fue?- Suspiro, tiene razón no puedo preocuparme, teniendo helado delante de mi

-no lo sé- respondo después de saborear mi helado.