Cap 51

34 0 0
                                    

Mi móvil suena con el tono específico de mi madre.

- mamá- contesto

-Margaret Aylin Hilton Sainz, te quiero en casa en 10 minutos y empiezan ahora- cuelga el teléfono después de la orden

-me tengo que ir- aviso a un Paul sonriente –supongo que hice un buen trabajo, te saque una sonrisa.

-mejor de lo que crees- responde- me ayudaste mucho- me despido de él con un beso en la mejilla, que termina siendo un beso en la comisura de sus labios cuando Paul se movió hacia mí en el mismo tiempo

¿Qué ha ocurrido?, Paul nos besó, ¡nos besó! Gritos de alegría estallan en mi cabeza, soy tan feliz en el camino, pero esta se borra cuando llego a casa.

-Margaret, ¿qué paso en el colegio? ¿Y porque no estabas en clases de ballet?-

-mis amigas estaban en problemas, y solo las apoye en sus descargos-

-¿ahora se le dice descargo golpear a una compañera?-pregunta furiosa mi madre. Compadezco a mi padre cada vez que discute con ella. Sus ojos crises son tan reprochadores cuando se lo proponen.

-sé que se excedieron, pero habrás visto que nadie salió realmente herido-

-¿tengo que estar tranquila por eso?- responde- ¿Qué paso con las clases de danza?-

-mis amigos no terminaron bien y decidí ir a consolarlos-

-claro como ahora la señorita se manda sola. Mare, no puedes simplemente desaparecer de clases porque lo creas necesario, hay muchas cosas que priorizar y no es justo que salgas de clases sin tomarnos en consideración. Quedamos en algo contigo, pero no estas cumpliendo con lo acordado. Tu padre llega en una hora más, hasta eso estas confinada a tu habitación, sin permiso de salidas o llamadas- me quita el móvil de la mano-

Cuando llego a mi habitación saco mi reproductor y pongo música para bailar. Cierro los ojos y la música me lleva al momento que me bese con Paul. Todavía siento sus labios sobre los míos, mis giros en mi propio eje no son muy coordinados y mis salto no son en los momentos que deben ser, me detengo frente al espejo de rato en rato a mirar mis labios, tanto espere por este momento y sinceramente quiero compartirlo. En una de las veces que me detengo miro mis ojos y me recuerda a Paul, pero al acordarme de él, las palabras de Ángela también llegan a mi cabeza, Karina y su forma de afrontar los problemas, y de nuevo Paul, no sé si él se encuentra saltando como yo de alegria, lo más seguro es que todavía quiere destruir varias cosas, demonios, ¿Qué he hecho?, un escalofrió recorre todo mi cuerpo y hunde mi felicidad. La sonrisa que tenía hace unos minutos ha desaparecido de mi rostro, lo veo en el espejo. Puedo sentir sus labios sobre los míos, pero ahora ya no hay felicidad. Verme a los ojos me lleva al momento en que vi los suyos una vez más. Ángela tiene razón, Siempre término destruyendo a las personas de mí alrededor. Incluso si no quiero hacerlo. Paul debería seguir con su enamoramiento por Ibón, al igual que Ángela estar perfectamente bien con Néstor y claro Karina y Fredy debían seguir juntos. Todo por meterme en la vida de Evan. Evan, no he hablado con él todavía, estaba tan absorta con mis amigos, que recién me doy cuenta que la vida es caprichosa y tiene bien marcadas sus tácticas. Yo tratando de encontrar la manera de terminar con él y ahora soy yo la que fue cortada por que me pusieron los cuernos. En definitiva, Ibón tiene razón, ella se dio cuenta de mi reciente enamoramiento por él. Maribel y Sonia, sí que las chicas son expertas en el arte de la seducción, "tarada, fue el alcohol" me gritica la voz de mi conciencia. Miro una vez más al espejo y la imagen que veo en ellos no me agrada. Si estoy con los ojos algo hundidos, la piel más pálida, mi falta de maquillaje es notoria, mi ropa, en estos momentos estoy usando una falda larga de color negro, y una blusa holgada blanca de manga larga. No enseño mi cuerpo. Cierro los ojos tratando de olvidar por qué visto así y no puedo evitar llorar.


AparienciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora