8. Despierta.

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«The Time Will come. I, Anne Boleyn...»

×Agosto 23, 1549×

— El Rey está cada vez peor. Necesitamos empezar con los preparativos para la coronación del príncipe Edward. Estar listos en el peor de los casos.

Xby DNSUnlocker

La Reina Katherine Parr como regente estaba forzada a estar lista en los peores casos. Como este en particular.

Con la enfermedad del rey tan avanzada y llevándolo al límite entre la vida y la muerte, las cosas tendían a ser algo complicadas para la mujer, sobretodo el tener que mantener todo a flote. Era su deber lamentablemente.

Por suerte, contaba con sus damas que la acompañaban y ayudaban a cuidar del soberano pese a que algunas no querían. Con la que más contaba era con Siriana.; La rubia detestaba verle así tan frágil. Claro que por momentos sentía las ganas de querer matarlo mientras dormía y ella lo cuidaba, un pago por su vida pasada, pero luego lo repensaba y se retractaba. Sería rebajarse al peor niverl y no quería eso. Poner en riesgo su vida nuevamente no era algo correcto tras todo lo que pasó.

Los hombres pertenecientes al Consejo Privado del Rey obedecieron a las ordenes de su regente y cada quién, tras salir de la reunión con la misma comenzaron a ver las formalidades del asunto y prepararse ellos mismos. Todo debía ser perfecto. Todo debía estar en posición en caso de emergencia.

La noticia de la ya empeorada enfermedad del Rey se había hecho eco en el mundo para mitad de esa semana. Los espías posados en dicha corte habían mandado cartas a sus respectivos monarcas quiénes a su vez, disimuladamente mandaban emisarios para que les informen de la situación. Además claro que ellos los representarían en el caso de qué el próximo en linea asumiese su corona legítima.

Bulgaria no era la excepción.

El joven joven Duque enviado, recién llegado a la corte no pasaba muy desapercibido para las doncellas allí presente. ¿Y como hacerlo? Era un hombre joven veinteañero. Esbelto. Moreno de ojos marinos. Con porte elegante. Era perfecto a la vista de todas las cortesanas, y no era para menos.

Si bien el joven de nombre Adiel d' Ashrose era un caballero nato, ninguna de las mujeres que tuvo el placer de ver en la Corte Inglesa le había conseguido llamar la atención. Aún.; Eso cambió cuando vio ingresar por el portal a una joven rubiecilla que seguía a la Reina. La siguió con la mirada todo el camino. Quedó omnubilado y fue algo notorio para su compañero quién no entendía demasiado que le sucedía, dirigió su mirada hacía donde el joven duque miraba y volvió a él.

— ¿Mi Lord?

— Creo que he visto un ángel caminando entre la gente, Michael.

Fue lo único que salió de entre sus labios una vez que perdió de vista a la que él consideró un ángel. Desvió la mirada hacía su compañero y éste frunció el ceño y casi con voz pensativa replicó

— Los ángeles no bajan a la tierra, mi Lord. Se quedan en el cielo.

— Pues este lo hizo. Necesito saber quién es.

Sirianne se dirigió a sus aposentos.

Los últimos días habían sido una completa locura, estaba agotada: ayudar a la Reina a cuidar de la salud del rey no era algo fácil, exigía demasiado esfuerzo tanto psíquico y físico. Llevar y traer cosas, correr de un lado a otro. Estar despierta toda la noche cuidando que todo se mantuviese lo más estable posible. No era simple para ninguna de las damas de la Reina.

⚜The Tudors: El renacer de una Reina⚜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora