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Luego del entrenamiento, logro sentirme más calmada. Dejo a un lado de la puerta el equipo y me dejo caer en el sofá. Tomo una gran cantidad de aire y miro hacia un lado, Christian está recargado en el escritorio, mirándome detenidamente.

—¿Sucede algo? —Pregunto sentándome, nerviosa en cuanto él avanza sin decir una palabra y se sienta a mi lado.

—Interrogamos al sujeto que te intentó secuestrar en el estacionamiento. Nos costó demasiado sacarle información, no es alguien experto en el caso, pero sí que es leal.

—Es evidente que no es un experto. De lo contrario, su intento por atacarme no hubiese sido tan estúpido y poco inteligente. —Digo apoyando mi rostro en su hombro.

—Exacto. A lo que voy es que él ha sido enviado por alguien, no fue simple coincidencia.

—¿Qué quieres decir?

—Quiero decir, que alguien le ha pagado para secuestrarte.

Vuelvo a enderezarme en mi sitio.

—¿Quién diablos querría secuest– ...—callo cuando sus ojos llegan a los míos—. No, no Christian... ella no...

—Sí, Emma. Nuestra madre está detrás de todo esto.

—No, ella sería incapaz de herirme. ¿Qué ganaría haciendo esto?

—Separarnos, romper nuestra relación. Eso lograría.

—¿Qué? ¿Lo sabe?

—No. Al parecer aún no está segura de lo que sucede entre nosotros. Pero, al intentar separarnos, lo sabrá. Si intento salvarte, ella creerá que realmente tenemos algo.

—¡Pero es obvio que querrás salvarme si alguien intenta secuestrarme! ¡Por Dios! ¿No se da cuenta de eso?

—No. Al parecer su manera de calcular las cosas es diferente. No puedo comprender bien cuál es su plan. El sujeto que ella contrató tenía como objeto llevarte a un hotel a las afueras, allí se reuniría con alguien y te entregaría. Esa era su única misión.

—¿Él dijo que nuestra madre lo ha contratado?

—No, sólo dijo que él no conocía el rostro de la persona con la que habló. Al parecer lo contactaron vía llamada telefónica, acordaron la mitad del pago por transferencia bancaria desde una cuenta a nombre de una anciana que no encaja con ningún perfil criminal y el resto se lo entregaría la persona que lo vería en el hotel luego de entregarte. La llamada la hizo una mujer, por lo tanto, no necesito más evidencias que estas.

—No puedo creerlo... entonces... mamá sí está haciendo todo esto para separarnos, aún si no está segura de que estamos juntos.

—Quiero que entiendas que esto es muy diferente a lo que hemos pasado antes, Emma. Esta vez nuestros enemigos son nuestros padres.

—Jamás creí que esto pasaría...

Christian me rodea con sus brazos, permitiendo que oculte mi rostro en su cuello.

—Se lo diremos. Le diremos la verdad.

—¿Que? —Me separo de él.

—Es mejor que lo sepa ahora y haga su ataque final, a que siga insistiendo por métodos como el secuestro o la psicóloga.

—Pero... no, Christian. No puedo decirles, no puedo... Mamá... ella...

—Ella envió a un maldito sujeto a que te secuestre, Emma. Quién sabe qué iba a ser de ti luego de eso. Deja de ponerla como prioridad, ya no importa si les duele.

M.H ~Parte 1 -2 -3 ~ [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora