Seis Sesenta y Seis

5.

Miro el reloj. Acaban de dar las once y media de la noche. Parpadeo varias veces. Vuelvo a mirar sin creérmelo. Me giro hacia donde esta mi hermano pero no hay nadie. No me he dado cuenta de cuándo se ha ido. Estaba absorto pensando en mis cosas, pensando en... Ahora mismo no consigo recordarlo con exactitud. De hecho, tampoco recuerdo cuánto vino he bebido. Una o dos copas... Al menos eso creo.

Cojo la botella vacía y la tiro a la basura. Mañana tendré que ir a tirarla, ya empieza a oler mal. Friego la única copa sucia, la mía, que se me resbala de las manos y se rompe al caer. Últimamente estoy bastante torpe.

Cuando termino de recogerlo todo decido subir a la cama. Necesito dormir algo más, el cansancio me afecta. Salgo de la cocina y voy hacia las escaleras. Empiezo a subirlas y en un escalón me tropiezo y caigo. Me doy un golpe en la cabeza y empiezo a ver puntitos negros que bailan en mis ojos. Aumentan de tamaño poco a poco, y se multiplican, hasta que pierdo la visión por completo.