Siempre estaba pendiente de sus demás compañeros, era una de las almas más antiguas en este "rubro", si algo estaba mal él tenía que solucionarlo. No se quejaba de todas sus acciones diarias, todo era prácticamente costumbre.
Pero amaba con toda su alma pura el poder dar apoyo a los vivientes, cuando los veía tan desesperados por alguna cuenta no pagada, por un corazón roto o cuando uno de sus seres queridos se iba de este mundo.
Y allí estaba tan maravillado con ese chico, su cabello tan ordenado, sus ojos tan claros, que hasta el propio sol debía tener envidia de ellos. Pero a su alrededor estaban rojos, se agarraba su lindo cabello para tirarlo entre sus morenas manos.
Estaba en los últimos escalones de la gran escalera que estaba en el centro de la sala, su traje de médico estaba arrugado, y al parecer ensangrentado. Pequeñas lágrimas lograban salir de sus ojos, Melahel quería, necesitaba hacer algo para poder ayudarlo.
Se sentó en el suelo, frente al chico, quedando -casi- a su misma altura, todos sus compañeros tenían sus ojos puestos en sus acciones, pero él los ignoró.
El chico levantó la mirada, Melahel se sobresaltó, el chico de cabello oscuro lo miraba directamente, como si Melahel estuviera ahí, lo miraba tan profundamente que se encogió en el suelo.
Pero fue interrumpido por dos cosas.
-Doctor Kim, la familia de Anastasia lo espera.
Y por el alma de la pequeña niña de doce años rondando en el pasillo. Y allí por fin su mente pudo comprender el porqué de tanta tristeza en tan lindos ojos.
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I'm here, for you.
Hayran KurguPrometió que siempre estaría ahí,para él. Pero,¿Melahel podría cumplir esa promesa?