Capítulo 8 Procesando la información

21 0 1
                                    

   Después de haber salido del salón me dirigí hacia los casilleros para cambiarme los zapatos y al asomarme hacia la entrada  me di cuenta que Tasebuku-kun estaba recostado justo al lado de mi casillero, el de reojo miro hacia donde yo estaba parada, yo literalmente estaba parada como una idiota así que no era de esperarse que no me prestara atención, yo me di gigi hacia mi casillero y lo abrí, tomé mis zapatos, me los puse y luego le dije:

-¿Nos vamos?

-¿Que? ya te habías olvidado.

-Yo no soy distraída y yo cumplo mis promesas, espero que eso se te quede grabado ok.

-Si mama no se me va a  olvidar.

-Jajajaja muy gracioso.

Seguido de estas palabras comencé a caminar y él me siguió. Ya llevábamos un gran tramo caminando y hablando, yo reía de vez en cuando  de cualquier segun el tema que tocábamos pero el solo daba sonrisas cortas y se veía muy serio al hablar  él a veces coqueteaba pero yo lo ignoraba y seguía hablando como si nada hubiera pasado, después de un rato nos tocó separarnos ya que el tenia que tomar otro camino para poder llegar asu casa y yo a la mía pero antes de que nos separemos por completo me gritó desde una distancia ya marcada:

 -Oye.

-¿Que?

-Ya pensaste mejor en lo que te pregunte esta mañana, ya sabes lo de la fiesta.

-Ya te dije que tengo trabajo ese dia pero talves en otra ocasión casanova.

Se acercó lentamente a mi borando los pasos ya marcados y tomándome por sorpresa debido a que yo no me esperaba eso de el, ya teniéndolo frente mío dijo de forma coqueta:

-Ah, osea que admites que soy lindo.

Decidí seguirle el juego y responderle de la misma forma. 

-Yo no admito nada, solo digo que eres un casanova.

El se acerco un poco mas a mi rostro y yo podía sentir su respiración provocando un pequeño escalofrío que recorrió todo mi cuerpo.   

-Pero aun así lo admites.

Me aleje un poco de él por miedo aque me intente  besar otra vez.

-Si, si yase lo que dije, pero no es necesario que lo tengas que estar restregando mis propias palabras.

-¿Que te molesta que haga eso?

-No, solo digo que noes necesario que lo hagas.

-Bueno no sigamos discutiendo.

Puse mis dos manos en su espalda y lo empuje hacia la dirección a la que se dirige  anteriormente, tomándolo por sorpresa y luego le dije:

-Tu tienes que irte a tu casa y yo a la mía.

El se detuvo con los pies y se volteo hacia mi para luego quedar frente a frente y decir:

-Me estas evitando.

Haciéndose  el ofendido.

-No, no te estoy evitando, solo no quiero que llegues tarde a tu casa ni yo a la mía ok.

-¿Que pasa, no quieres que te acompañe hasta tu casa?

-Ya te dije que no es eso es solo que no podre atenderte.

-Así porque hay demasiadas personas en tu casa y no tendrás tiempo para mi.

-No seguiré discutiendo contigo, nos vemos mañana adios.

Mi vida en un ViajéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora