La víspera del último día de mi vida
Huelga de hambre
2:00 p.m
Aunque resulta absolutamente obvio incluso para la persona MÁS corta de vista que he dejado de comer, mi madre no se ha dado ni cuenta.
—¿Quieres judías y patatas al horno?—me ha preguntado.
—No volveré a comer en la vida.
—Muy bien— ha contestado, y ha empezado a zampárselas con Libby.Cuando han acabado, he entrado en la cocina sin que se fijaran. He tenido que contentarme con las sobras.
4:00 p.m
Estoy en mi habitación, practicando el arte de estar sola y sin amigos, como entrenamiento para los meses que se avecinan.
4:05 p.m
Hace días que no sé nada de mis "supuestas" amigas. Bueno, la verdad es que no sé nada de ellas desde esta mañana. Ya no hace falta que practique. ESTOY definitivamente sola.
4:10 p.m
Voy al cuarto de estar a ver la televisión. Libby está durmiendo, pero se despierta cuando me siento a su lado. Se pone de pie y estira los brazos hacia mí.
—Quero mucho Georgie. Quero mucho Georgita.Lo transforma en una cancioncilla:
La, la. Quero Georgita, quero chiquita Gordita, Gordita, Gatita, La, la, la, la Gatita, quero Gatita..., mi Gatita.
En su minúsculo y loco cerebro soy medio gato, medio hermana. La tomo en brazos y nos acurrucamos las dos en el sofá. Al menos en esta familia hay alguien que me quiere, aunque esté majara.
—¡Qué bonita imagen!—exclama mi madre al entrar—.Parece que fue ayer cuando tenías su edad, Georgia. Papá y yo solíamos llevarte al parque. Tenías un gorrito con orejeras que parecían garras de gato. ¡Estabas monísima!
¡Dios mío! Ahora empezará con lo de: "¿Cómo es posible que mi niñita haya crecido tanto...?"
Lo dicho, se le llenan los ojos de lágrimas y comienza a alborotarme el pelo (vaya plasta) mientras pronuncia la frasecita de marras.Por suerte (o por desgracia, dependiendo del lado en el que estés sentado), Libby se tira el pedo más sonoro y maloliente de la historia de la humanidad. Le ha salido del culombio con tanta fuerza que se ha elevado un poco, como si fuera un aerodeslizador. Incluso ella se sorprende de lo que lleva dentro.
—¡Eres una asquerosa!—grito apartando la pierna y levantándome—. La culpa la tienes tú, mamá, por darle tantas judías. Esta cantidad de gases no es normal en una niña tan pequeña.
Puuufff...Un día íbamos por la calle y el abuelo se tiró un pedo realmente sonoro. Cuando se volvió para mirar, detrás había una mujer que iba con un perro salchicha. Ésta lo había oído (y quién no) y exclamó: "¡Por Dios!" El abuelo le contestó: "Lo siento, señora, creo que le he cortado las patas a su perro."
Me parece que ésa fue la última cosa medio sensata que dijo.
Preferiría quedarme con él a ir a Kiwilandia.
—Mamá, ¿por qué no me voy a vivir con el abuelo?
—Por que vive en una residencia de ancianos.
—¿Y qué?Está tan loca y es tan poco razonable que ni siquiera ha querido discutirlo.
11:30 p.m
Han venido todos mis amigos a hacerme la ronda bajo la ventana, a la luz de unas velas. Sven llevaba un sombrero de papel. No tengo ni idea de por qué. ¿Importa acaso? Quizá sea la forma sueca de decir adiós. Han cantado Mon merle a perdu une plume como homenaje. Bueno, solamente la primera estrofa, por que don y doña Vecinos-de-al-Lado han salido y se han quejado de que estaban asustando a sus perros.
—Voy a quedarme aquí toda la noche, en silencio—ha prometido Jas.
Pero cuando Sven ha dicho "Se acabó la fiesta", se ha ido con ellos.
Ha sido una pena.
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Faldas Cortas o Piernas Largas.
Fiksi RemajaEl amor flota en el aire: Angus intenta ligar con la preciosa gatita birmana de los Vecinos-de-Enfrente, Mutti encuentra sospechosamente atractivo el nuevo médico de cabecera y Georgia se debate entre Robbie, el dios Sexy, y Dave el Risas Faldas c...