Llegamos a su departamento, es realmente amplio. Me quito el mono, casacón, guantes, bufanda, dejándolos caer en su sala de estar, llevo mi pijama amarillo patito. Él repite lo mismo, lleva un pijama de un pantalón afranelado y una camiseta azul marino. Contengo la respiración, ahora me siento muy acalorada tan solo con verlo. Él me encuentra mirándolo y me sonrojo, no aparto la mirada de su cuerpo y veo un pequeño rubor en él. No puedo creer que deseé tanto a mi mejor amigo, pero él será mi esposo y amarlo ya está hecho.
-¿si te digo que quiero casarme en este instante estarías dispuesto a seguir en pie tu propuesta? –le pregunto mordiéndome el labio.
Me gusta cuando le quito la respiración, me gusta él. Asiente sin despegar sus ojos de mí. -¿quieres que sea Hoy?
Yo asiento y veo que él espera que dé marcha atrás, cree que me arrepentiré de último momento, pero no quiero huir de lo que el destino ha puesto para mí y de que nunca vi y no quise aceptar, pero estoy segura que Nick es mi futuro y estoy dispuesta a luchar para que funcione para hacerlo feliz porque lo Amo.
Nick coge su celular, marca un número, no tengo idea a quién. Me indica con su dedo que lo espere. ¿A quién llama a esta hora?
Termina de hablar, se acerca y toma mi mano. – ¿Quieres casarte conmigo en Las Vegas, Hoy a las 3am? –pregunta y solo me quedo con los ojos abiertos. ¿Escuché bien? Respiro hondo, podría ser una boda loca de unos jóvenes y creo que después nos casaríamos ante los ojos de todos.
-Sí, solo déjame buscar un poco de ropa a mi departamento.
Él asiente, toma mi cintura entre sus grandes brazos, me sonrojo al instante, su cercanía hace latir a toda potencia mi corazón. Detiene su frente en la mía, rosando su nariz con la mía, su tacto es delicado, es exquisito, sobre todo embriagador. Cierra sus ojos, como si estuviera memorizando todo, deseando que esto fuera real, porque lo es. Con mis dedos toco sus finos pero carnosos labios, su respiración se detiene, subo mi otra mano a su pecho y relaja de inmediato los hombros.
-quiero besarte, lo he deseado siempre. –le digo, sé que lo tomo por sorpresa pero aun así no abre los ojos. Él asiente suavemente. Dejo caer mis dedos, pasándolos por su pecho hasta su cuello, siempre he cogido su cabello pero nunca de atrás y con esta intimidad. Me pongo de cuclillas, observando sus ojos cerrados. –por favor, mírame. Quiero verme en tus ojos.
Nick abre los ojos y me mira tan fijamente que me siento quemar, sus labios están entreabiertos y los míos igual, estamos tan cerca y en la misma burbuja. En la burbuja que me inventé para alejarme del mundo, Nick fue capaz de encontrarme siempre allí, ahora él es parte de mi burbuja.
Le regalo una sonrisa y con mis labios rozo los suyos. Enloqueciéndome al instante, mis labios están sobre los suyos, ahora. Toco una sinfonía con Nick, sus labios bailan con los míos, volviéndome adicta a ellos, nuestros labios bailan una danza segura pero en una línea muy estrecha. Se acerca más y me siento desfallecer. ¿Cómo no enloquecer por este hombre? Aprieto mis labios con los suyos, poniendo una sonrisa entre nuestros labios, él mueve sus labios en los míos y con sus dientes muerte mi labio inferior, sonreímos juntos. Vuelve a tocar mis labios con los suyos y me encuentro en esos achinados ojos chocolates. Paso mis dedos por su mejilla, salto un poco por la comezón que me da al tocar su barbilla sin afeitar en días. Él ríe entre mis labios, una chispa multicolor viaja en todo mi cuerpo. Escogí al mejor amigo indicado.