Nick y yo, estamos saliendo del aeropuerto, regresando a casa. Hay muchos paparazis afuera. Todos hacen preguntas de que si es cierto que nos hemos casado y Nick afirma ante todos que sí que acepté a ser suya. Son las 10am y tenemos que decirles a nuestros padres que nos hemos casado, no queremos que se enteren por las noticias. Solo nos casamos, dimos nuestro ‘si’ a un sacerdote casi ebrio, esa es la consecuencia de Las Vegas; no tuvimos una luna de miel, pero Nick me dijo que tendríamos una. El voto carnal aún no lo hemos cumplido, podríamos decir que tardamos más en la ida y vuelta que acordamos en descansar en el avión. Durante el viaje, Nick veló por mí. Todo el tiempo estábamos de la mano, mi cabeza encajaba en su cuello y olía todo su potencia varonil.
Son marido y mujer. Pueden culminar su voto con un beso. Había dicho el sacerdote, para que siga diciendo: Las habitaciones están baratas, ¡Vayan y Dejen huella en el mundo con su muestra de Amor! Quería morir de vergüenza con lo último, pero ver como Nick reía entre mis labios me dio más confianza para seguir probándolo y el no hacer caso al ebrio sacerdote.
No quería llamar a mi madre, así que le envié un mensaje diciéndole: Mamá, por favor espérame en la casa de los padres de Nick. ¡911!
Nick también les ha enviado mensajes a sus padres y hermanos. Estamos tomados de la mano, ambos no sabemos cómo empezar a decirles a nuestros padres que nos hemos casado. Solo de una cosa estamos seguros, que nos amamos. Vi el carro de mamá, muerdo fuerte mi labio. Estoy demasiado nerviosa. Nick lo nota y frota un poco mi espalda y besa mi cabeza. –tranquila, yo me encargo.
Lo miro y lo abrazo tan fuerte que él empieza a reírse, -Señora mía, aún quiero seguir respirando. –susurra en mi oído.
Me muerdo el labio fugazmente, me pongo un poco de cuclillas y le doy un rápido beso en los labios. –vamos, toca. No quiero hacerlo.
Nick me entrega una carcajada, toca el timbre y enreda mis dedos con los suyos. Respiro a profundidad porque sé que mi madre enloquecerá, por años ha querido planear mi boda, al igual que Denise ha planeado la boda de Nick por años. Y ambos hemos destruido los sueños de nuestras madres. Solo espero que estén felices por nosotros.
Adam es el que abre la puerta, hay una pequeña sonrisa en sus labios plegados, saluda a su hermano y luego a mí. En la distancia veo a Kevin jugando con su hija, al parecer él aún no se ha ido a París. Entramos a la sala de estar, donde notamos a mi madre, a Eddie, Denise, Paul hablando juntos, ellos están riendo por una broma que hizo mi madre. Aprieto un poco la mano de Nick, él responde apretándome más a su costado.
-¿Qué pasó, cariño? –dice mi madre, estoy nerviosa tan solo de mirarla. Todos están mirando nuestras manos entrelazadas.
Debo hacer esto. Volteo un poco para mirar a Nick, sus ojos encuentran los míos y en un acto silencioso él comprende que es mejor que yo hable. Él asiente, me acerco más a él, aprieto mis ambas manos en su hombro, él me acerca más.
-Familia, les será extraño pero Hoy, Nick y yo empezamos una relación, -No veo mucho impacto por parte de nuestra familia, me hace pensar que ya lo venían llegar, continúo; -Hoy, Nick y yo nos comprometimos, -Sonrió ampliamente a los rostros perplejos de nuestra familia, una cosa era que salgamos otra cosa era que ya estemos por casarnos, sonrío ampliamente porque sé que se quedarán sin respiración, -Hoy, Nick y yo nos hemos casado. –finalizo, viendo a la familia con las bocas abiertas, ojos muy abiertos, brazos caídos.
Kevin empieza a aplaudir, -La hiciste, Nick. –dice, con una risilla. Que Nick y yo empezamos a seguir.
No veo mucha reacción por Adam, de una forma sé que él sabía que Nick y yo terminaríamos siendo pareja; puedo sentir un poco de celos en su interior, su hermanito tiene todo lo que él habría querido: Talento, Fama y Amor. Aun así, nos abraza y nos felicita con una felicidad que no siente al 100%. Denise, aplaude frenéticamente, mientras nos abraza y dice: -¡Sabía que algún día llegaría! ¡Sabía que Devonz era perfecta para mi hijo!
Obtenemos las bendiciones por parte de Paul, mi madre se me acerca y me abraza, veo lágrimas correr por su mejilla, ella no ha sido tan emotiva pero si expresiva, la amo. Por un intento de hacerme reír me dice en el oído: -¿Cuántos meses, hijita? –ella ríe entre sollozos, mi risa aparece y ella se acerca a felicitar a Nick, le susurra algo a Nick, no sé qué le habrá dicho pero Nick sonríe y le dice: -No se preocupe, ya no llorará.
Toda la familia quiere oír de como sucedió todo. Afablemente, Nick y yo les contamos nuestras versiones. Las versiones de como sabíamos que éramos perfectos juntos pero no queríamos aceptarlo, hasta que la chispa de valentía brotó y no quisimos estar separados, así que nos casamos a la primera proposición.