-Amor. –Dice, Nick, en mi oído. Estamos en forma de cucharita.
-¿Uhm?, -es lo único que puedo mascullar, estoy bastante cansada.
-¿Escuchas eso? –dice y yo niego, no quiero escuchar nada, todavía. Mis ojos están bien cerrados.
-Mami dormilona. –dice, Nicholas. Nuestro hijo, tiene cinco años. Ayer estuvo lloviendo y relampagueaba. Nicholas estaba llorando toda la noche y Nick fue a su habitación trayéndolo a nuestra cama, fue una equivocación. Ya que Nicholas, duerme horrible, él tira patadas mientras duerme, él estaba en medio de Nick y mío. En la madrugada, Nick sintió como Nicholas me estaba botando de la cama, así que decidió que debía ponerlo a su lado. Amaba a mi hijo pero nunca compartiría una cama con él, era como Nick cuando empezaba a roncar.
Le sonrío soñolienta a mi pequeño. Con una voz de recién levantada le digo: -¿dormiste bien, Nicky?
Abro un ojo y lo veo, Nicholas está encima del torso de su padre meciéndose, mientras que Nick aguanta su pequeño peso, los dos hombres de mi vida están mirándome muy atentos. Tiene una sonrisa tan chimuela pero llena de felicidad, tiene el cabello ondulado como su padre y unos ojos a los míos, Nick dice que tiene sus ojos y yo siempre digo que nuestro hijo tiene mis ojos, ya que nuestros ojos tienen un parecido. Tiene todo el perfil a Nick y me siento orgullosa de tener un hijo tan parecido a su padre.
-Sí, mami. Aunque papi, -agacha su cabeza y se ríe, -ronca.
Me uno a su risita, -eso es cierto. –le digo, y Nick finge una mala cara. Se hace espacio y jala a su hijo hasta ponerlo en medio de nosotros. Abro ambos ojos y me acerco para darle un beso a la frente de mi pequeño, Nicholas.
-¿La Cizeña cuando dejará en la puerta a mi hermanita? –Sonrío ante el mal pronunciamiento de mi hijo, igualmente lo hace Nick.
-Nicky, se dice: Ci.güe.ña. –le enfatizo la palabra, él repite conmigo y ya sabe cómo decirlo mejor. Y continúo, llevo seis meses de embarazo, en mi ecografía que ayer me saqué, me dijeron que sería niña- faltan tres meses para que la traiga, cariño.
Él esboza una grande Oh, y Nick lo imita, ambos se levantan. Nick lo lleva a darle su desayuno y yo me quedo observándolos desde la cama.
Nick ha sido mi mejor opción, la mejor decisión que he tomado en la vida. Si no le hubiese dado esa oportunidad, él ni yo, tuviéramos esta vida: Amor y Familia. Tenemos esto. Esto lo creamos Nick y Yo. Nunca creí que mi mejor amigo sería el amor de mi vida. Aún nos falta más, pero estamos dispuestos a lograrlo a seguir fortaleciéndolo. Y nuestro pequeño, Nicky, es el hecho viviente de lo muy lejos que hemos llegado juntos.
Si alguien me hubiese dicho hace mucho tiempo atrás que tendría una casa y dos hijos con mi mejor amigo, me hubiese reído.
Pero de cierta forma siempre supe y que daba por omiso; Es que Nick fue hecho para Mí y yo para Él.