Cuestión de tiempo

XIV

-Pero te ves muy tierno sentado ahí-me dice Alin sonriendo.

-Bueno... Je... Es que en ese tiempo tenía miedo de hablar con los demás, a menos que no fuera mi amigo Alan-le respondo yo.

-¿Y por que nada más le hablabas a el?-pregunta ahora Samantha mientras veía lo que solía ser mi grupo junto con Alin apoyándose en la ventana, mientras Tony se sentaba alado de donde me había agachado.

-Porque... Era el único que me entendía, y... Fue el primero al que le hable.

Mi amigo Alan le hable desde tercero, año en que recién se había mudado a la unidad habitacional. Inicialmente el era tímido, pero al sentarme al lado de el, tuve que aprender a convivir, empezando con la frase típica de cualquier niño estudiante: "¿me podrías prestar un lápiz?".

Han pasado 8 años desde que esa pregunta dio inicio a esta amistad. La más larga que he tenido por cierto, en la cual ha pasado de todo: desamores, tristezas, alegrías y peleas.

-¿Y en este tiempo de que podrían hablar ustedes dos?-dice Tony.

-Pues... de videojuegos, o más bien, sobre su empleo de fin de semana.-respondo yo.

-¿Ya tan chico trabajaba?-dice Alin sorprendida ante mi respuesta.

-Bueno, trabajo formal... no lo era, sólo trabajaba cuando podia... y si... su empleo era de un rostizador de pollos.-respondo yo a su pregunta.

-¡Que patético empleo!-dice Tony ingenuo.

-Oye... no le digas así a su empleo... mínimo está trabajando... no que tu-dije enojado y presuntos ante la expresión de Tony.

-Bueno chicos, no hay que pelear, recuerden que todos estamos aquí por algo -dice Alin para calmar los "humos" entre Tony y Yo.

-Además... creo que ahí viene el profesor-dice Samantha asustada.

Todos nos tuvimos que ir de ahí y buscar un salón abierto y vacío para escondernos que cualquier profesor nos vea y nos denuncie contra el director catalogándolos como intrusos. Por suerte ése salón existía, pero era uno de los últimos del segundo piso.

Entramos a ese salón cuyas ventanas estaban cubiertas con cortinas... una gran suerte para mi si quiero cambiarme de aspecto, además que nadie podrá ver quien está dentro. Adentro de este solo tenia mesas de escritorio de madera con forma rectangular con puntas curvas, protegidas en las orillas con una goma negra.

-Bueno... ¿Y ya tienes planeado de que te vas a disfrazar?-dice Samantha

-Creo... que ya... pero necesitare el uniforme azul de mi secundaria-digo yo.

-¿Y de donde rayos lo vamos a sacar en este año... si apenas estabas en la primaria?-dice histerico Tony.

-Vayan a la secundaria de al lado y pidanle a cualquier niño que se les atraviese su uniforme.

-Pero nos pedira dinero de seguro... no lo digo yo, lo dice mi experiencia-dice con tono burlon Tony mientras estaba sentado sobre uno de los escritorios.

-Ja... Ja... Que gracioso-respomdo en tono sarcástico-pues le darán dinero si lo necesitan.

-Mira... Encontré este uniforme viejo... No se si te quede-decía Samantha mientras tomaba un bulto de ropa con una mano.

-Deja me la pruebo pero... Por favor... Señoritas-digo mientras hago un movimiento circular con mi dedo índice.

-Oh, si... Jem... Claro-dicen las chicas mientras se tapaban los ojos y se volteaban para no verme cambiándome de ropa del traje blanco que aún conservábamos (después de la parada en ese lugar) a ese uniforme con pantalón gris y suéter color vino, conservando nada más la camisa blanca.

-Si quieren ya pueden ver-les digo a las chicas.

Ellas se sorprenden al ver que ese viejo uniforme de primaria me encajaba a la perfección.

-Vaya, pero mira que suerte-me dice Tony mientras me toca el hombro-aunque... Aún te podría reconocer... Como que te hace falta... Mmm...

-¡Unos lentes!-dice espontáneamente Alin.

-¿Unos lentes?-dice incrédulo Tony.

-Bueno... ¿Se te ocurre otra solución... Cerebrito?-responde ante la reacción de Tony.

-No... No... S-Si está bien -dice nervioso el.

-Entonces busquemos unos aquí, si encontramos este uniforme, podríamos encontrar unos lentes fácilmente.-digo yo, por lo que empezamos la búsqueda.

Aparte de escritorios en el salón se encontraban cajas de cartón llenas de cosas, de las cuales iban de un lápiz hasta libros. Cada caja se encontraba muy escondida debido al desorden del salón. Después de largo tiempo por fin encontré unos lentes, un poco sucios, pero en buen estado.

-¿Y como me veo ahora?-pregunto yo a los demás mientras me coloco esos lentes.

-Bueno... Mucho mejor que antes-dice Samantha.

-Se han demorado bastante -dice la voz espontáneamente-en estos momentos se estará sonando el timbre de fin del recreo... por lo que les queda minutos para que Isai tenga la obsesión.

Efectivamente, en medio de su diálogo con nosotros sonó la campana... Y ante eso me sentí demasiado nervioso, porque tenía miedo de que no lo lograríamos a tiempo.

-Tenemos que dirigirnos al salón ya-dijo Alin.

Salimos corriendo de ese salón hasta el mío, llegamos exhaustos por tanto correr, porque los demás todavía conservaban su trajes y yo un uniforme.

-Y... ¿Quien te provocó este trauma? ¿Fue un adulto?-dice Alin mientras busca un sospechoso en la ventana del salón.

-No... Más bien... Fue de otro niño-respondo yo nervioso.

-¿En serio?-dice asustado Tony.

-Si... Su nombre... Es Hiram...