Cuestión de tiempo

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Ya era otro día, pero el factor preocupante para mi, era el tiempo; resolver su problema en 2 días, para evitar estar atrapados todos nosotros en este tiempo. Teniamos que enseñarle a pelear... o algo... sobre como sacarse del gran lío.

Fui el primero en levantarme, ya que los rayos del sol que atraviesan en aquella ventana apuntan a mi cara, además, quería evitar que todos me aplastaran con sus pies cuando se levanten. Pero paso algo curioso, por fin había dormido "como toda la gente lo hace".

Voy al baño, que se encontraba al lado del cuarto donde durmió Salomón. Tenia azulejo color perla a su alrededor, una regadera al lado de una ventana para que se escape el calor a la hora de la ducha y un estante pequeño arriba del escusado. Me miro al espejo que se encontraba arriba del lavamanos, y ambos se encontraban afuera al lado de la puerta del baño.

Me lavo la cara con agua fría, para poder despejar mi mente y tener ya una solución, hasta que escucho la frase... otra vez:

"Tal vez algunas cosas son mejores dejarlas olvidadas, por ahora"

Pero ahora la escuche distorsionada, como si algo electrónico me lo hubiera susurrado en el oído, pero este se había estropeado. Aun no comprendía el significado de esa frase tan corta y extraña, que la escuche por primera vez en esa pesadilla diferente.

Bajo las escaleras para ir a la mesa de la cocina para preparar a todos lo que seria el desayuno, no muy detallista, pero algo es algo. Abro el refrigerador y veo unos 4 huevos y algo de jitomate o cebolla, así que el desayuno solo seria huevo con jitomate picado.

Tome una sartén que se encontraba en el fregadero, al lado de la estufa, y me puse a freír los huevos por un lado y cortar el jitomate por el otro.

La primera en bajar fue Paloma, quien todavía soltó un bostezo y no abría bien los ojos. Me sorprendió que amaneciera en la casa de Salomón, por lo que le pregunté:

-Oye ¿Pero que haces aqui? ¿Que no te ibas a tu casa?

-Si, se "suponía", pero era muy de noche, y andar por estas calles en la noche se vuelve un completo peligro, ademas, Salomón me ofreció pasar la noche y no me pude negar-responde ella.

-¿Y tus padres... saben algo sobre esto?-pregunto de nuevo.

-Para que se tienen que enterar, casi ambos salen de viaje seguido, trato de comunicarme con ellos mediante el celular pero no contestan. Y los pocos dias que estan en casa conmigo, no salimos.-respondió ella en un tono casi triste, pero que trató de contener.

Le pedí a ella que consiguiera platos y vasos para todos, lo cual ella accedió. Los platos que ella encontró en la casa tenían decorado de navidad, mientras que los vasos lo tenian de Halloween, vaya combinación curiosa.

Ya me encontraba sirviendo el desayuno cuando en eso baja Alin, acompañada de Tony. Los 3 acomodaron su silla en los costados de la mesa, cuyo cupo era de 6 sillas, 2 a los costados y una silla en cada punta de la mesa. Samantha bajo al final y se sentó en uno de los costados de la mesa, junto con Alin, que al parecer, se volvieron mas unidas durante la noche, por lo que Tony y yo tendríamos que sentarnos al otro costado de la mesa juntos.

Al sentarnos todos, veo entrar a Salomón, con su uniforme de la escuela, pero un poco sucio de tierra. Venia agitado, con sudor en la cara y con una gran cara de preocupación. Me levanto de la mesa para auxiliarlo. Salomón se sienta en el sillón, para tratar de calmarse.

-¿Pero que te paso?-pregunto.

-Fueron... fueron ellos.-responde jadeante.

-¿Quienes?

-Isaac... Isaac y Elena.

-¿Que te hicieron o que?-pregunta Alin preocupada, levantándose también de su silla para acompañarme.

-Bien... me encontraba caminando a la tienda para comprar algo del desayuno... para no desayunar esos huevos únicamente, cuando... de la nada... los 2 aparecieron, me amenazaron con un cuchillo, diciéndome que... si no peleaba hoy a la hora de la salida... que... la iba a pagar.-dijo todo esto Salomón con temor.

Tal como lo decía la voz, en 2 días el destino de ellos podía cambiar, pero ninguno de nosotros 4 podría decir eso a ellos 2, sino simplemente darles una solución para que no cayeran en un error futuro.

-Bueno, si quiere pelea... pelea tendrá-dice Tony, levantado se en su lugar.

-¡Pero Salomón no sabe luchar, lo harán mil pedazos!-responde Samantha ante lo dicho de Tony.

-No te preocupes, le enseñaremos lo básico-digo yo.-Defensa, esquivar... y unos que otros golpes leves.

-¿Y solo a el le van a enseñar como luchar?.-pregunta Paloma.

-¡Claro que no! Tu también sabrás.-respondo yo.

Estaba decidido, tendrían que defenderse y darle una lección a ese par de bravucones.