Prostituta #1 [+18]

Cap. 6

- Ángel - murmura una voz - Ángel, despierta - abro mis ojos y veo a mi maldito niñero - tienes trabajo - me levanto a duras penas, me meto en el baño y me doy una ducha relajante. Cuando salgo de la ducha, mi niñero ya no está, pero sobre mi cama hay una bolsa de plastico, me acerco a ella, la abro y saco su contenido, mis lágrimas no tardan en aparecer.

- Es precioso - acaricio el vestido, miro de nuevo dentro de la bolsa y encuentro un trozo de papel, lo desdoblo y comienzo a leer - querida Angélica: Te regalo este hermoso vestido a cambio de un hermoso día contigo, ya hablé con tu jefe y cree que vamos a tener un día lleno de sexo, ya pagué los mil euros, así que cámbiate y ponte hermosa, te espero en la entrada de tu casa. Besos, Matías - sonrío como idiota. Me pongo el vestido, me peino, unos tacones a juego y me maquillo un poco, camino hasta la puerta, la abro y me encuentro a un Matías muy guapo.

- Estás hermosa - sonríe. Se acerca a mi y me abraza - quería pedirte perdón por como se comportó mi amigo ayer

- No te preocupes, no dijo nada que no fuera cierto, yo soy puta y tu eres un chico libre que puede hacer su vida como quiera -

- No te confundas, tu no eres una puta cualquiera, eres una chica obligada a ejercer esta profesión, y por ello voy a hacer todo lo posible por sacarte de esto - me abraza más fuerte.

- Por mucho que lo intentes, no lo vas a lograr - murmuro.

- No te rindas tan rápido - agarra mi mano, me lleva hasta el coche, me abre la puerta y entro en el coche, después él.

- ¿A donde vamos? - pregunto curiosa.

- No seas ansiosa - hago un puchero - solo te puedo decir que te encantará - me guiña un ojo divertido. Arranca el coche y emprendemos un viaje entre risas y bromas - hemos llegado - miro por la venta y puedo ver la playa.

- ¿Me has traido a la playa? - asiente. Baja del coche, lo rodea y me abre la puerta para salir del coche con su ayuda.

- No exactamente, te he traido a un picnic en la playa - dice divertido, sonrío. Caminamos y cuando llegamos a la arena, me quito los tacones y caminamos hasta llegar a una manta tirada en el suelo, con sidra y una cestita.

- Es un poco cursi, pero me gusta - beso su mejilla y me siento sobre la manta, dejando mis tacones a un lado.

- Cuéntame de ti - saca comida de la cestita.

- Pues ... - cojo un sandwich - me gustan los animales, pero más los lobos, el color blanco y mi madre es coreana - asiente escuchando mientras se come el sandwich - ¿y yo que puedo saber de ti? - muerdo el sandwich.

- Soy millonario, bueno, el hijo de un millonario, me gusta el color azul y violeta, amo el agua, soy campeón de natación estilo libre y ... pues no se que más contar - sonríe mientras le da otro mordisco a su sandwich, y así pasamos todo el día, entre risas y alguna que otra vez metiéndonos en el agua, cuando llega la noche, me lleva hasta mi casa.

- Gracias por el día de hoy - sonrío.

- Gracias a ti por aceptar - me abraza, al igual que yo a él.

- Es una pena que se termine - me giro y abro la puerta, pero antes de entrar, me agarra de la muñeca, me gira y me besa dulcemente, al principio me quedo en shock, pero pasados los segundos, rodeo su cuello con mis brazos y lo pego más a mi, besándolo con mas intensidad, su mano acaricia mi mejilla y la otra recorre un pequeño camino por mi cintura, haciendo que un escalofrío recorra todo mi ser, nos separamos por falta de aire, apoya su frente en la mia y me mira con una sonrisa, al igual que yo a él - eso ha sido ... - me interrumpe.

- Genial - suspira. Lo miro a los ojos y volvemos a besarnos, pero con más ansia. Nos separamos por falta de aire - tengo que irme, preciosa -

- Yo también - rompemos el abrazo - ¿mañana podré verte? -

- Nos veremos todos los días, a todas horas - sonrío como idiota, lo abrazo de nuevo, beso su mejilla y me meto en casa con una sonrisa en el rostro.