Extra #1

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PDV.: Matías

Llevo tres años con Angélica y hoy será el día en el que le pida matrimonio.

- Matías, ¿qué haces? - dice una Angélica medio dormida, vestida con una de mis camisetas.

- Nada cariño - besos sus labios - ¿por qué no vuelves a la cama? -

- Ven conmigo - sonrío.

- Ahora voy - gira sobre sus talones y sube las escaleras hasta entrar en nuestra habitación. Me levanto del sofá, sigo el camino de Angélica hasta nuestra cama, donde ella ya está acostada, me acuesto a su lado y empiezo a quedarme dormido poco a poco.

PDV.: Angélica

Estoy tan feliz con Matías. Llevo tres años viviendo con él, hace más de dos años que me presentó a sus padres, a los cuales no les caí muy bien, aunque con el tiempo han aprendido a quererme, al igual que yo a ellos.

- Sara - llamo a mi nueva mejor amiga.

- Dime - sonríe.

- Necesito ayuda - me mira sin entender - es que Matías me va a llevar a cenar y me dijo que comprara un vestido ni muy elegante pero tampoco muy informal -

- ¿Y a qué esperamos? - niego divertida. Terminamos de tomarnos el café, pagamos y buscamos una tienda de ropa - en esa tienda hay vestidos muy lindos - dice señalando un local con varios colores a su alrededor.

- Pues vamos - entramos en el local.

- Buenas tardes - dice un chico moreno, de ojos azules y buen cuerpo - me llamo Gabriel, pero mis amigos me llaman Gabi, ¿buscais algo en particular? -

- Sí. Buscamos un vestido ni muy elegante ni muy informal - el chico asiente, mira a su alrededor como pensando y grita emocionado.

- Ven conmigo - agarra mi mano y tira de mi hasta llegar a los probadores, me mete en uno y espero a que me traiga el vestido.

- Angélica - me llama mi querida amiga - sal a coger el vestido - abro la puerta y veo en sus manos un vestido rosa.

- No, ni de broma - me cruzo de brazos.

- Solo pruébatelo - bufo. Cojo el vestido, me meto en el probador y me lo pongo. Abro la puerta del vestidor.

- Wow - dice el chico - pero se ve a leguas que no es tu estilo - coje un vestido negro y me lo entrega.

- Gracias - vuelvo al probador, me quito el vestido rosa y me pongo el negro. Salgo de nuevo y ambos me miran sonrientes.

- ¡Ese es! - gritan al unisono.

- Me quedo con este - ambos sonrien.

- Pues dámelo para ir a cobrártelo - me guiña un ojo y sale de la zona de probadores.

Salimos nosotras también después de vestirme de nuevo con mi ropa, caminamos hasta la caja donde está el chico sonriente.

- ¿Cuánto es? - pregunto.

- 43 £ - asiento. Saco el dinero y se lo entrego - y de forma gratuita, te regalamos los complementos más los zapatos -

- Muchas gracias - nos despedimos y salimos de la tienda rumbo a mi hogar, donde Matías seguramente no esté y aprobecharé para arreglarme.

4 horas después ...

Ya estoy arreglada, bajo las escaleras y espero a Matías sentada en el sofá.

Ya estoy arreglada, bajo las escaleras y espero a Matías sentada en el sofá

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Mi móvil suena, dejando escuchar Sugar de Maroon 5.

Descuelgo.

- ¿Diga? -

- Angélica - sonrío al escuchar la voz de Matías - sal fuera - asiento, aunque soy consciente de que no me puede ver. Me levanto del sofá y salgo al exterior, donde hay una limusina esperando.

- Matías ... ¿pero que es todo esto? -

- Tu solo sube a la limusina - cuelga sin darme la oportunidad de quejarme. Un hombre de más o menos 40 años, me abre la puerta, subo y cierra la puerta para después entrar él en la parte del conductor.

Minutos después, la limusina se detiene, el hombre me abre de nuevo la puerta, dejando ver un enorme edificio. Bajo del auto y camino hasta el interior del edificio, donde veo el comienzo de un camino de rosas, el cual sigo hasta entrar en la sala de un restaurante, con mucha gente mirándome de forma tierna, incluso los padres de Matías.

- ¿Qué pasa aquí? - sin recibir respuesta, las luces se apagan, el padre de Matías aparece a mi lado y me guía hasta una silla donde me siento.

- Angélica - la voz de Matías me hace sonreír y sin escuchar más, un reproductor se enciende, dejando ver esto:

Solo quiero que se fije en el vídeo, eso es lo que ve Angélica, cambiando los personajes, obvio.

- Angélica - Matías sale de detrás de la pantalla, se acerca a mí y enlaza sus dedoa con los míos - todo este tiempo que llevamos juntos, he aprendido muchísimas cosas a tu lado. Hemos reido, llorado ... incluso gritado juntos - sonrío como idiota - pero me falta una cosa - se agacha, apollando una de sus rodillas en el suelo, su padre le entrega una caja negra y la abre dejando ver un hermoso anillo - ¿quieres compartir lo que queda de nuestras vidas a mi lado? -

- ¡Sí! - me tiro sobre él abrazándolo mientras los aplausos se hacen presentes a muestro alrededor - te amo, te amo - beso sus labios repetidas veces, al igual que él a mi.

- Nunca me cansaré de oir eso salir de tus labios - lo abrazo, escondiendo mi rostro en su cuello.

- Te amo - susurro una última vez antes de empezar a comer un delicioso menú elegido por mi prometido.

Al terminar, me levanto de mi silla y golpeo suavemente mi cuchara con mi copa, captando la atención de todos.

- Bueno, quería agradecerles por estar aquí hoy - sonrío - pero también quiero daros una noticia - miro a Matías, quien me mira confuso - hace tres semanas fui al médico y bueno ... - agarro a Matías de la mano - cariño ... seremos padres - abre los ojos como platos, y sin verlo venir, me agarra de la cintura, alzándome al aire mientras sonríe.

Prostituta #1 [+18] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora