Cap. 3

12.5K 310 3
                                    

PDV.: Ángel

Me levanto de la cama, y sigo mi camino hasta el baño, donde me aseo, vuelvo de vuelta a la habitación y busco algo que ponerme, y opto por:

- Ángel, esta noche no bailarás - dice Mario entrando en la habitación, asiento - pero tendrás que estar con un millonario - asiento - se llama Richard Collins, ¿te suena? - niego - ni a mi tampoco - se me escapa una sonrisa - mira Ángel, se que a...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- Ángel, esta noche no bailarás - dice Mario entrando en la habitación, asiento - pero tendrás que estar con un millonario - asiento - se llama Richard Collins, ¿te suena? - niego - ni a mi tampoco - se me escapa una sonrisa - mira Ángel, se que ahora mismo debes estar odiándome por obligarte a hacer todo esto, pero piensa que, cuando cumplas tu mayoría de edad, podrás irte o quedarte, eso si, si te quedas no te irás nunca, firmarás un contrato donde se te obliga a quedarte con nosotros, si te vas, pues suerte - miro sus ojos grisaceos.

- Lo raro, es que no te odio, solo te tengo un poco de rencor, pero nada más. Puede que no me guste estar aquí y hacer lo que hago, pero por lo menos gano dinero y tengo comida para sobrevivir - me abraza y yo me quedo estática.

- Eres como la hija que siempre quise tener - murmura en mi oido - bueno, tengo que irme - asiento - cámbiate, Rebeca y tu podreis ir a dar una vuelta por la ciudad - mis ojos se iluminan. Mario sale de la habitación, busco ropa decente y me la pongo:

Una vez lista, salgo de la habitación en busca de Rebeca, quien al encontrarla, ya está lista

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Una vez lista, salgo de la habitación en busca de Rebeca, quien al encontrarla, ya está lista.

- ¿Nos vamos? - pregunto emocionada. Ella asiente sonriente. Nos agarramos de ganchete, salimos del puticlub y empezamos a recorrer toda la ciudad, de arriba a abajo.

- Ojala pudieramos hacer esto de nuevo - suspira Rebeca.

- Ya - miro por última vez la ciudad, entramos de nuevo y nos encontramos a Mario con otro hombre a su lado - Hola Mario - nos mira con lástima en los ojos - ¿qué pasa? -

- Este hombre está dispuesto a pagar mucho por vosotras - miro a Rebeca.

- ¿Por las dos? - Mario asiente - pero ... ¿el hombre quiere un trio? - niega - ¿entonces? -

- Quiere que trabajeis para él - palidezco.

- Trabajareis con las demás chicas, es decir, en la calle - abro mis ojos a más no poder.

- El contrato ya está firmado, chicas, mañana por la tarde os vais - Rebeca solo asiente al igual que yo.

- Está bien, Mario - ambas lo abrazamos, nos separamos de él y nos vamos a nuestra habitación a preparar las maletas - ¿crees que nos dejó salir por esto? - pregunto mientras cierro la puerta detrás de mi.

- Quiero suponer que si, aunque no estoy 100% segura - asiento. Cojo mi única maleta, unos cuantos trajes que usé y los meto doblados en la maleta. Una vez todo preparado, me pongo el pijama, me meto en la cama y me duermo con lágrimas cayendo por mis mejillas y sollozos silenciosos.

Prostituta #1 [+18] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora