Black & White
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-No tenemos grandes matices, somos blanco o negro,nunca ambos.-
No sabía en qué se había metido. Si existiera la posibilidad de retroceder el tiempo jamás volvería a cometer el mismo error.
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-Nadie e...
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"¿Quién dijo que eras una en un millón? Tu eres mucho mejor que eso..."
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Minseok limpiaba sus lágrimas en la medida que estas escapaban con insistencia de sus ojos. Sus mejillas hinchadas y coloreadas, con ligeros tonos de violeta más un labio partido, eran la clara evidencia de la golpiza la cual había sido víctima a manos de Kris.
Los golpes de puños impactar contra su rostro mientras era aprisionado con una mano en el cuello contra el piso, eran un recuerdo que permanecía aún presente en su memoria rompiendo cada vez más el vago sentimiento de esperanza que poseía en su interior.
Había traicionado la confianza de Kris, su amigo, su hermano...
Merecía todos esos golpes, y con dignidad, sería capaz de recibir al mismo diablo sin protesta alguna si este decidiera quemarlo en las llamas del infierno. Era lo mínimo que podía hacer, porque su dignidad era lo único que le quedaba y la conservaría hasta donde las circunstancias lo llevasen, o simplemente hasta donde la vida le alcance antes del inminente final.
Los había traicionado a todos, los había vendido y para eso no hay perdón que valga.
La vergüenza se apoderaba se su ser causando que el sólo acto de observar su reflejo a través del espejo de su habitación fuera un desafío. Ni siquiera era capaz de observar su maltratado rostro a través de este por temor a romperse cada vez más.
Quería romper el poco de cordura que le quedaba, quería morir y no recordar todas las tragedias de las cuales fue culpable.
No recordar sus desaciertos y permitirse tener la ilusión de que alguien en algún lugar de ese obscuro mundo en el cual estaba sumergido, lo apreciara por lo que era, no por lo que aparentaba.
Porque MinSeok sólo era un muñeco inservible. Había traicionado a sus amigos, a su familia.