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Llevaba una hora siguiendo al albino, y él se había dado cuenta ya de su presencia. ¿Por qué lo seguía? ¿Queria robarle? ¿Si era así por qué no lo había hecho ya? Era suficiente. Se giro para darle la cara de una vez por todas pero no había nada, eso lo asusto bastante, ¿cómo se supone que había desaparecido? Llevaba toda una hora siguiéndolo, no podían ser alucinaciones suyas. O tal vez...

— No. Eso seria estúpido... — Susurro para sí mismo antes de empezar a caminar nuevamente, pero algo lo detuvo.

Sintió como alguien le cubría de forma brusca la boca y lo arrastraba hacia un callejón que había a su costado. Intento forcejear pero su atacante tenia más fuerza que él. Iba a morir. Sintió como algo frío de poso en su cuello, y de repente, un gran ardor lo invadió, seguido de un sabor cobrizo llegando a su boca. Sintió como lo soltaban y cayo de rodillas al suelo, apoyando sus mano en el mismo, se le hacia difícil respirar, se llevo una mano al cuello y luego la miro con ayuda de la poca luz que entraba desde la calle hasta el callejón. Era un liquido oscuro.

Su cuerpo termino de caer al suelo por falta de fuerza y noto como los pies de su atacante estaban al frente de su rostro. Miro hacia arriba y noto como dos ojos rojos, noto como empezó a mover sus pies para irse y rápidamente sujeto su tobillo con fuerza, quería decir unas palabras pero solo salían balbuceos debido a la sangre que se acumulaba.

Sonrió con malicia al ver como el erizo albino le sujetaba del tobillo y sostenía su garganta, ahora goteante, suplicándole con los ojos que lo ayudara. Arrastrándose por el suelo como la basura que era.

— Esto no te hubiera pasado si no lo fueras tocado desgraciado — Sus palabras salían envueltas en veneno, como si el albino hubiera hecho la peor cosa en el mundo; aunque así fue, toco lo que le pertenecía a él, toco a Sonic.

Aparto su pie de golpe y lo empujo sin ningún tipo de delicadeza con el mismo, haciendo que quedara boca arriba, su cuerpo al estar tan impresionado y con espasmos el cerebro no controlaba los músculos, por lo que el ojos ámbar no podrá moverse de ahí, moriría ahogado con su propia sangre que poco a poco se acumulaba en su boca y llenaba sus pulmones al intentar conseguir aire.

Se quito los guantes grises que traía y los metió en una bolsa negra junto con toda la ropa que traía puesta, incluido los zapatos. Tomo otro cambio de ropa que había traído en una pequeña mochila y se lo puso, era alguien precavido, no quería que los policías lo arrestaran y los encerraran, así no podría ver a su ojos verdes. Ahora tenía el camino libre, podría acercar se.

Miro una ultima vez al erizo que estaba ahora inmóvil en el suelo y salio de ese callejón, eran las tres de la mañana por lo que no había ni un alma en la calle, eso era bueno, nadie descubriría el cuerpo de albino hasta que amaneciera y para eso entonces él ya estaría lejos de esa zona.

Comenzó a caminar hacia su casa, no tenia muchas ganas de ver a su ojos verdes, estaba cansado, mañana iría a su biblioteca favorita; ahí sabia que lo encontraría. Todas las mañanas el ojos verdes iba a la biblioteca a leer unas horas.

Una vez que cruzo por la puerta de color marrón oscuro avanzo hasta su cuarto y se abalanzo sobre la cama matrimonial de color carmesí. Mire hacia un costado de la cama y se encontró con la foto de su amado en un porta retratos pequeño. Lo atrajo hasta él y beso la fotografía.

— Muy pronto seras muy — Susurró mientras acariciaba la foto, tratando de imaginar como seria tocarlo mientras tenía espasmos bajo él, o como se vería su rostro sonrojado y su cuerpo sudado, su voz entrecortada — Seras solo mío.

Dejo nuevamente el marco en la mesita de noche y cerro sus ojos. Una sonrisa se dibujo en su rostro al recordar el rostro aterrorizado del erizo albino.

Eso era una muestra de lo que podría hacerle a cualquiera que tocara lo que era suyo, y había sido algo muy tranquilo en comparación a lo que podía hacer.

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Hue hue hue xD

Feliz comienzo de semana

Se Lo Que Piensas| +16Donde viven las historias. Descúbrelo ahora