Capitulo 2

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[Narra Luffy]

Abrí la puerta de casa, entré y bajé al gato para cerrar la puerta, tiré la capucha en el suelo y me adentré hasta el comedor. La casa era pequeña pero acogedora, tenía un dormitorio de tamaño medio, un baño con váter bañera y una pica para poderte asear, la cocina era pequeña y el salón era lo más grande: constaba de un sofá azul, una pequeña mesita de madera para comer sentados en el suelo y una televisión que me regaló el viejo para que no me aburriera. Tenía un montón de libros llenos de dibujos esparcidos por un rincón del comedor. No era la mejor casa, pero para mi era la mejor guarida que hubiera podido obtener.

Me descalcé al entrar casa y rápidamente fui a la cocina, mojando todo el suelo, para calentar la sabrosa carne que conseguí.

-¡Hoy tenemos carne, carne, tierna y sabrosa carne!- Canté victorioso mientras ponía el pequeño envase el el microondas y lo dejaba calentar unos minutos.

[Narra Law]

La casa del niño no era tan grande como la de antiguo amo, ¡ni por asomo! Pero me gustaba más. Sacudí mi cuerpo para quitarme la mayor parte de humedad posible y luego entré en la casa. Era cierto que el niño estaba solo, pero aún así parecía feliz, solo lo parecía...

-¡Hoy tenemos carne, carne, tierna y sabrosa carne!-canturreó.

Era un crío extraño desde luego, parecía contento de tener alguien con quien vivir, aunque solo fuera un simple gato... Bueno, para él seré un simple gato. Hasta que confíe en él, no dejaré que vea mi forma humana... Me cuesta demasiado volver a confiarle mi secreto a nadie... ¿Y si se cansara y a los dos días me echara? No, no confiaré en él hasta que me demuestre que puedo fiarme... ¡Y no me importa que sea un crío! En cierto modo, yo también lo soy... Solo tengo 13 años..., aunque en mi forma de gato aparente menos de 2 años.

[Fin de la narración]

Mientras el pequeño miraba como se calentaba la carne recordó por un instante al gato que salvó de la lluvia, él también estaba mojado y necesitaba mucho calor así que salió de la cocina y fue al baño a por una toalla.

Cogió una toalla pequeña azul con manchas negras por el borde y fue al comedor a por el pequeño de ojos dorados. El pequeño felino estaba distraído inspeccionando la sala.

-Minino, ven aquí minino- llamo Luffy para intentar captar su atención, antes en la caja le bufo así que si quería que el gato le tuviera confianza debía ir poco a poco.

'Pero ese no era su caso'

Al ver que el gato le ignoraba Luffy reaccionó inflando las mejillas, fue hacia él y al estar cerca suyo le puso por encima la toalla, comenzando a secarle el pelaje sin hacerle daño.

Por su lado, Law intentó escapar cuando le apresó con la toalla, pero como no le dañaba decidió que lo mejor era dejar que le secara. Al fin y al cabo, los gatos odian el agua.
Cuando terminó de secarle, Law decidió subirse al sofá y echarse una siesta. El felino estaba cansado y hacía tiempo que no dormía en una superficie cómoda, pero Luffy no parecía querer dejarle dormir.

De pronto, se le pasó a Law un pensamiento por la mente:
"¿Como se llamará este niño?"

Encuentro Bajo La LluviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora