Capitulo 10

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(Narra Law)

Luffy ha estado fuera toda la tarde.

Durante ese tiempo yo me he limitado a cerrar las cortinas, ver la tele, picar algo, lavar la única ropa que tengo (la que llevo puesta), estar en mi forma gatuna mientras se secaba, vestirme, darme un baño (la higiene es primordial) y preparar la cena: arroz con pollo.

Y todo este tiempo Luffy ha estado fuera.

He vuelto a sentirme solo en algún momento y entonces he pensando en Cora-san, mi vieja casa, mis viejos compañeros, Doflamingo...

Pero todas las veces he tenido que apartar esos pensamientos de mi cabeza para no recordar...

Solo quiero olvidarlo todo y empezar de nuevo...

Escucho ruido en la entrada. ¿Será Luffy?

(Fin de la narración)

(Narra Luffy)

Pesa. Pesa demasiado para mí...

Lo que me encontré entre los arbustos no era nada más y nada menos que un perro con la pata malherida. Sabía que a Torao no le iba a gustar la idea ¡Pero no era un lobo! Seguro que podrían llevarse bien durante un tiempo.

En cuanto al perro, daba un poco de mal rollo pero era muy cariñoso: Tenía el pelaje de un tono marrón rojizo y en las patas y barriga de color blanco junto con los párpados remarcados de negro y los ojos amarillos, casi parecidos a los de Torao sólo que los de él eran más guay.
El perro en cambio no era malo, al contrario, se dejó coger y encima me lo agradeció lamiéndome la cara.

Debo reconocer que me gustan tanto los perros como los gatos.

Abrí la puerta y entré con el perro en brazos, entre mi fuerza, el peso del animal y la distancia de aquí hasta el bosque estaba exhausto. Sólo quería que lo revisara Torao mientras yo me tumbaba en el sofá.

-¡Ya he vuelto!- elevé un poco la voz para que me escuchase Torao mientras cerraba la puerta con el pie debido al perro en mis brazos.

(Fin de la narración)

(Narra Law)

-Hola...-me callé.

Se ha traído a un perro.

Y no a un perro cualquiera.

En el acto me transformé en gato, solté un bufido y me fui corriendo a la habitación de Luffy.

¡¿Por qué demonios se ha traído a Eustass-ya?! ¿Acaso le gustan más los perros que los gatos...? ¿Le gustará más tenerle a él de mascota que a mí...?

Estaba enfadado. Aunque quizás tal vez y por alguna remota casualidad también celoso... ¿Y si Luffy decide quedarse con el maldito perro callejero y me echa a mí después de confiarle mi secreto...?

(Fin de la narración)

(Narra Luffy)

Vale, eso hasta para mí me resultó extraño.

-¿T-Torao?- Dije un poco preocupado. El perro en cambio movía la cola y me volvió a lamer la cara -Tranquilo chico me vas a hacer cosquillas, venga vamos a dejarte en el sofá un momento y veré si puedo conseguir que te cure- Le dije dándole un beso en la frente, acto que bajo las orejas del gran animal, como si se hubiese puesto tímido.

Llevé al gran animal al sofá y lo tumbe de manera que pudiese apoyar la cabeza en un cojín.

-En seguida estoy contigo- Sonreí y le acaricié la cabeza.

Encuentro Bajo La LluviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora