16.- Escuchandote

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Al llegar al Teiko Kaito suspiro la escuela rebozaba de alumnos, las flores de cerezo caían dulcemente, todo dando un ambiente de que algo pasaría, algo mágico y sorprendente.

-Señoritos-El chófer les abrió la puerta

-Si, si-bajo con elegancia, algo que le debía a su abuela paterna-Vamos Gakupo-el pelivioleta bajo detrás de él con desgano pero también con elegancia

-Regresare por ustedes al terminar la escuela señoritos-con un asentimiento de ambos les dio una reverencia y se subió al coche retirándose.

-Bien aquí vamos-Gakupo solo miró al frente asintió y entraron, a su alrededor todas las chicas se les quedaban viendo a sus trece años llamaban la atención, a pesar de ser a penas unos jovencitos eran muy guapos, Gapuko con su largo cabello en una coleta alta y Kaito con su cabello de un azul intenso, junto con sus ojos a juego, las chicas les miraban embelesadas y otras los señalaban a sus amigas, murmullos y comentarios les llegaban.

"Son ellos"

"Los nietos de la directora!"

"Son guapisimos"

y otros más similares, al llegar al patio central Kaito fue pateado por la espalda.

-Kaito idiota!-se levanto como pudo, una chica de largas coletas aguamarina, ojos del mismo tono de su pelo, piel clara le miraba desde arriba con una pose autoritaria.

-Miku-chan no hagas eso-con un tono consolador Gakupo se interpuso entre la chica y su hermano, este se levantaba del suelo y se acomodaba su bufanda, sacudiendo su uniforme.

-El muy idiota no contesto mis mensajes!!-Miku estaba furiosa, Hatsune Miku, amiga de los chicos a pesar de ser menor por 3 años era la más cercana a ellos.

-Que bonitas bragas llevas hoy Miku-chan aunque no sabía que te gustaran tan....-Sin acabar la frase recibió otra patada pero en la cara de parte de una muy avergonzada Miku

-Pervertido!!-le grito y Gakupo le separo de Kaito arrastrándola por las axilas, Kaito con la nariz sangrante se levanto, el revuelo fue ignorado por la nueva sarta de susurros y grititos de las chicas, una nueva lemosina en la entrada, de ella bajaban una hermosa chica de cabellos rosas y ojos celestes, a su lado un chico de cabello negro y ojos bicolor, un pequeño de también de cabellos rosas, un par de gemelos pelinegros y al final un par de gemelos rubios; todos entraban con calma a la escuela, entre ellos la conversación era amena y con soltura ignorando el cuchicheo a su alrededor.

"Viste es Luka-sama!!" decían los alumnos que admiraban a pelirosa

"Kyaa!!, Ren-sama se ve muy lindo hoy!!"

Mas o menos comentarios similares se oían por los grupitos, a Kaito muy interesado en la comitiva intercepto a una chica y su amigo.

-Oye-puso su mejor sonrisa derritiendo a la chica y provocando un ceño fruncido del chico que la acompañaba.-¿Quienes son?-señalo al grupo de chicos, la chica pelirosa y ojos celestes era de su edad.

-Ah! eres Aomine Kaito-El chico asintió-Bueno son la élite de la escuela, ellos son la nueva generación de los milagros-

-La nueva generación de los milagros?-El había oído ese nombre de su abuela, era un grupo donde su padre había sido el mejor. Se despidió de la chica, intentando acercarse al grupo pero Gakupo llego con su listado de clases y salón, su curiosidad debía esperar. O eso creyó, al entrar su profesor ya estaba presente, los presento a su clase y entre los suspiros de las chicas y uno que otro doncel estaba la pelirosada, ella le miraba sin ningún tipo de expresión, cuando terminaron de presentarse solo giro la vista ala ventana ignorando todo a su alrededor; asì continueron las clases, demostraron sus conocimientos, habìan tenido los mejores tutores, pero alguien les hacìa competencia al peli azul y su hermano, Wakamatsu Luka. Al tener una hora libre se dirigió a la chica que miraba de nuevo a la ventana ausente.

-Hola mucho gusto!-muy alegre saludo a la chica que volteo a verlo sin ningún tipo de emoción-Soy Aomine Kaito y Èl...-Puso a un Gakupo frente a la chica-Es mi hermano Gakupo!-le dio una enorme sonrisa, la otra sin embargo solo le mirò.-y...tu ¿Eres?...-

-Soy Wakamatsu Luka-

-Mucho gusto Luka-chan!-pero la pelirosa se levanto de improviso

-Te ruego Aomine-kun que no me llames tan familiarmente-le mirò con frialdad, entonces echando su largo pelo hacia atrás se dirigió a la salida.

-Eh! espera!-Kaito la siguió pero noto como su hermano no le seguía, volviendo sobre sus pasos lo encontró estático en donde lo había dejado, se acerco y al mirarlo de cerca noto un enorme sonrojo en su cara.

-Gakupo-le llamo su hermano solo suspiro soñadoramente-O..ye que te pasa-

-Me enamore...-dijò soñadoramente

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Cuando se acabo su hora libre el profesor entro dando su clase sin importarle que el puesto de Luka seguía vació, nadie parecía importarle, como si fuera común, en el receso, fueron a la cafetería, Kaito noto a su hermano cabizbajo seguramente por la ausencia de la pelirosada, entre suspiros se encontraron con Miku que muy animada contaba su nuevo salón y a una chica de nombre Gumi que se había hecho su amiga mientras compraban comida, notaron a Luka que llevaba varias bolsas, salia del comedor y se dirigía a un edificio que a lo lejos se notaba era de los clubs, cuando compraron, convenció a Miku de seguir a su compañera de clase, un Gakupo mu alegre daba saltitos emocionado por ver a la chica.

Al llegar comenzaron a escuchar un piano, la notas melancólicas se entrelazaron con una voz suave, aguda que cantaba dulcemente una canción que hizo que a los tres les oprimiera el corazón la letra llena de dulce soledad y anhelo les llegaba entre la brisa, se acercaron sigilosamente a la ventana abierta y espiando por esta observaron la escena.

El que tocaba era el chico de ojos Bicolor, el que cantaba era un chico, menudo de cabellos rubios, sus ojos cerrados concentrándose solo en cantar, a su lado una chica copia del cantante escuchaba atentamente con otros chicos, Luka estaba allì entregando la comida, curiosamente les entrego a los gemelos pelinegros una bolsa llena de dulces, escuchando la interpretación embelesado, Kaito deseo entrar a cantar con el chico, fue entonces que notando el termino de la canción el chico al fin abrió sus ojos, Kaito se congelo, unos hermosos ojos zafiro resplandecieron con luz, cautivandolo en un segundo al cruzar sus miradas.


Soles RojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora