Continuación....
Camine por las frías, y raramente desoladas calles de Sydney, pensando en todo lo que le había dicho a Joe, y para serles sincera, creo que me excedí, pero es que era tan frustrante ellos se merecen el uno al otro, y ella no lo quiere aceptar, y Michael yo se que le duele, haberse quedado en la zona de amistad. Empezó a caer una gran tormenta, no veía por donde iba, corría tratando de encontrar refugio del palo de agua, llevaba cerca de 5 minutos corriendo, cuando divise la esquina que daba a casa de los chicos, corrí más rápido, ya estaba empapada pero tenía un muy mal presentimiento, algo así como que mi instinto me indicaba que habrían problemas, y cual no fue mi sorpresa, cuando justo antes de cruzar la calle, de la nada salió un coche negro, con lo vidrios polarizados, trato más de una vez atropellarme, corrí y corrí aterrorizada del coche que me seguía, llegue a la casa, y abrí la puerta de golpe, la cerré con un trancazo, y le pase tantos seguros como podía. Me recosté a esta, y me deje caer hasta el piso, con la respiración agitada, cansada y asustada, no creo que lo que había ocurrido hace unos instantes fuese casualidad o un tipo borracho, todo estaba muy predeterminado, para ser algo improvisado, negué con la cabeza y aleje esas ideas de mi mente, ya no había nadie afuera que quisiera lastimarme… Nadie… a menos que… ¡NO!, no pienses en eso, me reprendí.
- Sophie… Estas empapada.- escullé a Ashton decir, alce la cabeza, y trate de sonreírle, me levante del piso.
- Si, lo sé… Me agarro la tormenta.- comente, el fue hasta el armario del pasillo y me entrego una toalla- Gracias.- le dije y él me sonrió, me seque la cara, y me saque la chaqueta, el sweater, la camisa, los zapatos y las medias empapadas, y me quede con una franelilla negra y mis jeans.
- Anda a cambiarte antes de que te refríes.- me sugirió el castaño, yo asentí, y me encamine a las escaleras, y entonces note la ausencia de los otros tres chicos y Joe.
- ¿Y los demás?- pregunte girándome a verle, el se volteo a mirarme.
- Calum y Michael salieron a buscarte en cuanto comenzó a llover, ya les avise que estas aquí. Luke y Joe fueron a buscar a Hannah a donde la señora Muñoz.- dijo encogiéndose de hombros, yo asentí y desaparecí por las escaleras. Me fui hasta el baño, me desvestí y tome un largo baño de agua caliente, salí y me vestí, baje y me encontré con una “pequeña” sorpresa.
- Siena…- susurre casi inaudiblemente, me quede ahí estática, mirando a la mujer que estaba sentada al lado de Joe, sus ojos color pardo, sus rizos color caoba, un poco más cortos de lo que recuerdo, recogidos en un moño desgarbado pero elegante, sus finas y delicadas manos, ubicadas cuidadosamente sobre su regazo, su rostro de porcelana sin una arruga a pesar de tener casi los 30 años de vejez, al verme me sonrió, dejando ver los hermosos y perlados dientes que la formaban, al otro lado de ella había una chica, de unos 15 años, perpleja y asombrada, me imagino de estar en frente de 5Seconds Of Summer, sus ojitos verde olivo estaban dilatados de la emoción, su boca curvada en una pequeña sonrisa tímida, sus bellos rizos castaño rojizos caían como cascada por su espalda, de largas y muy lindas piernas, y un cuerpo bastante desarrollado para su edad, era muy similar a Siena, por lo que intuí que sería su hija. Mi sobrina.
- ¡Mami!- la pequeña Hannah se escapo de los brazos de Ashton y vino hacia mí, regresándome a la tierra.
- Mi amor… ¿Qué hiciste hoy?- le pregunte mientras la tomaba en brazos, realizando gran esfuerzo, considerando de que ya tenía cerca de los 6 años y estaba grande y pesada.
- Grecia me mordió, porque le quite un ratoncito que estaba torturando.- me dijo haciendo un puchero, y mostrándome su brazo derecho, yo sonreí, y entonces mire a Siena, su cara era de confusión, pues ella no sabía nada de Hannah. Hice una mueca y baje a la pequeña, mire a los chicos interrogantes, solo una persona había podido traer a Siena para acá, y lo iba a matar. Ellos señalaron hacía la cocina, me encamine hacia ella, al entrar, el me esperaba recostado al mesón con su pose relajada y auto suficiente.