•Deux•

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Habían pasado dos meses desde el inicio de curso, ya se iba notando la presión por el aumento de exámenes.

Marinette estaba agobiada con tantas cosas que hacer. A parte de tener que estudiar, tenía que ayudar a sus padres en la pastelería. Por eso no la quedaba casi tiempo ni para respirar. Iba agobiada siempre y aunque intentaba que nadie lo notara, cuando las bolsas bajo sus ojos se hicieron presentes Alya no dudó ni un segundo en intentar seguir con su plan.

A la hora del descanso entre clase y clase, con una pequeña mirada de complicidad con Nino, empezó la conversación.

—Marinette...—la chica de lentes llamó a su amiga con voz cantarina.

—¿Qué quieres Alya?—la china-francesa sacó la cabeza del hueco que tenía entre los brazos y miró a su mejor amiga adormilada.

—Estaba pensando...—se tocó el pelo, señal que había creado con Nino para indicarle que se fuera acercando con Adrien—...no me parece bien que estés tan ocupada que no te puedas dar ni un momento de tranquilidad para ti misma. ¿Qué te parece si quedamos para ir al cine este finde nosotras?

Marinette puso una mueca.

—Alya...sabes que...

Nino intervino en el acto al suponer el propósito de Marinette.

—¡Nosotros nos apuntamos Alya! Supongo que estarás libre este sábado libre. ¿No bro?—sonrió a Adrien quien asintió entusiasmado.

—Chicos...yo...no quiero ser aguafiestas y tal pero...no creo que pueda ir—dijo Marinette dudosa.

—Venga Mari—Adrien puso sus codos en la mesa, apoyó la barbilla en sus manos y con su sonrisa más encantadora preguntó —¿No querrás dejarme sólo y desamparado con estos dos tortolitos? Seré un sujetavelas my lady. ¡Un maldito sujetavelas!—exclamó dramatizando.

La chica de ojos azules rodó los ojos divertida.

—Está bien gato tonto. Sabes siempre cómo convencerme—rió—.Pero la última vez, ¿entendido?

Todos asintieron. Adrien y Nino se fueron por su lado, Alya se quedó con Marinette. Además, se había percatado de una cosa esencial para su plan. Un leve sonrojo en las mejillas de Adrien y Marinette cuando se habían acercado.

Hasta el día de la quedada no volvieron a tocar el tema profundamente. Alguna vez concretaban el lugar o sitio de encuentro, en otros momentos la hora. Eso sí, decidieron crear un grupo para asegurarse tal y como dijo Alya: “De que ninguno por cualquier despiste tonto se olvidara de la quedada.” Pero sinceramente, todos sabían que eso iba dirigido sobre todo a Marinette.

Quedada del sábado

8 de octubre del 2016

Gatito tonto: ¿A qué hora decíais que empezaba la pelicula? 14:07

Bubbler Dj: Creo que Alya dijo que a las 15:30 teníamos que estar en la puerta del cine porque empezaba a las 16:00. 14:09

Gatito tonto: Gracias bro. 14:09

Marinette salió de la aplicación y decidió empezar a prepararse. Pero la paciencia que tenia duró poco al ver que no encontraba una prenda importante para completar el conjunto.

—Tikki. ¿Sabes dónde he dejado mis medias negras?—preguntó a la gata blanca que lamía con elegancia y cuidado una de sus patas, esta, al oír su nombre movió su cabeza en dirección a su ama—¡No las encuentro por ninguna parte!

Sólo él. «Adrinette»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora