Sólo él. «Adrinette»

·Epílogo·

Una chica de cabellos azabaches rebuscaba entre las cajas del desván. Sus ojos verdes, veían cada objeto de las cajas curiosos. Hacía poco que se había mudado junto con sus padres y habían dejado todas las cajas en el desván para que no molestaran a la hora de poner los muebles.

—¡Cielo!—exclamó su padre desde la planta de abajo—¡Ve trayendo cajas!

La chica frunció el ceño, sin saber muy bien cuál bajar. Cogió un par que eran más pequeñas e intentó que no se le cayeran al bajar por las escaleras.

—Gracias—susurró con su voz aniñada.

Sonrió a su padre quien había depositado las cajas en la mesa.

—Vamos a hacer una carrera. A ver quién baja más cajas antes.

El padre y la hija subieron corriendo y tras varias idas y vueltas las cajas del desván ya estaban todas abajo.

—Te gané cielo—Emma puso morritos como respuesta—Venga cariño no te enfades, te invito a un helado luego más tarde.

La pequeña asintió como respuesta frenéticamente.

—De fresa—indicó ella.

Giraron la cabeza hacia la puerta cuando notaron el ruido de las llaves al otro lado. Adrien se dirigió a sacar las cosas de las cajas y Emma aprovechó que Plagg y Tikki estaban por ahí para ir detrás de ellos.

—No te puedes creer a quienes me he encontrado en el súper cariño—dijo la madre apareciendo con las bolsas de la compra por la puerta—¿Me ayudas Emma?

—¿A quién?—preguntó Adrien a su esposa entrando a la cocina tras su hija.

—¡A Chloe con su mujer! Las he invitado para que vengan dentro de unos días a vernos. Todavía tienen el regalo de nuestra boda guardado—Adrien rió—Sí, esa fue mi reacción. No me podía creer que después de seis años lo siguieran guardando, al parecer lo compraron en Estados Unidos, pero ya sabes, se quedaron viviendo allí más de lo previsto.

—¿Quién es Chloe?—preguntó Emma mientras sacaba los productos de las bolsas—¡Oh! ¡Chuches!

—Es una amiga nuestra del instituto—explicó su madre.

—¿Y sabes qué regalo es?—preguntó Adrien a su esposa, ella negó— Mari, creía que te podrías haber enterado. Me decepcionas.

—Venga gatito—se acercó a él— Sabes que a Chloe nunca he sido capaz de sacarle nada que tuviera que ser secreto—le dió un piquito.

—Iugh. Que asco—pronunció su hija.

Emma salió de la cocina saltando.

—Es un diablillo—dijo Adrien al verla salir.

—Se amansará cuando sean dos—respondió Marinette mirándole.

Adrien la miró sin saber a qué se refería, pocos segundos después se le iluminó el rostro.

—¡No sabes lo muchísimo que te quiero princesa!—gritó agarrandola por la cintura mientras la alzaba—Otro bebé más correteando por la casa—sonrió al ver la sonrisa de la ojiazul.

Se mantuvieron abrazados unos minutos hasta que su hija entró por la puerta.

—¿De cuándo es esto?—preguntó mostrando una foto enmarcada.

Los dos sonrieron, intercambiando unas miradas por el recuerdo.

—Del día que tu padre me pidió ser su novia—contó Marinette a Emma.

—Eras una princesa muy guapa—la halagó​ su hija— Y papá también.

—Bueno, ahora es la reina más guapa que hay—puntualizó su padre.

—¡Porque yo soy una princesa!—aplaudió Emma.

—Claro—Emma oyó el timbre y después de un "voy a jugar con el vecino" salió de la cocina.

—¿Reina?—Marinette empezó a meter la comida en la nevera.

—La de mi corazón, my lady—la abrazó por la espalda Adrien, depositando un beso en su nuca.

—Que cursi eres—rió Marinette antes de darse la vuelta y besarle.

Fin.

✨

Y ya estaría.

Marinette acabó casada con Adrien. Tuvieron una hija y como habéis leído tendrán más.

Todos los personajes acaban con un final de cuento de hadas.

Esta es la foto que Emma enseña a sus padres. Créditos a su respectivo/a autor/a.

Espero que os haya gustado muchísimo. ¿Me podríais decir la opinión general que habéis tenido durante la historia?

Votad y comentad si queréis.

Quiero que sepáis que habéis sido unos gratos lectores, muchísimas gracias por leer esto, por darme esta oportunidad.

Se despide para siempre con mucho amor,
Karura-chan❤.

10/7/2017.