Narra Alice:
Son las ocho en punto de la mañana y estoy despierta porque a mí padre se le ocurrió invitar gente a casa, mejor dicho a sus socios, esos hombres viejos, insoportables, malhumorados, y millonarios, menos el señor Aiden Bennet. Él es un hombre joven de unos veintitrés años con cabello negro y un cuerpazo de dioses, pero se piensa que soy una caprichosa y aunque un poco lo soy, no me gusta que él lo diga. A veces extraño nuestra relación de cuando éramos pequeños; éramos tan unidos. Sé que hoy me molestara y no me desperté con muchas ganas de soportarlo, pero me tendré que levantar de mí cama y estar jodida todo el día. Hace un año no lo veo, no creo que haya cambiado mucho.
Me levanté de la cama y me metí a bañar, salí y me puse un vestido verde agua ajustado en la parte de arriba y suelto en la parte de abajo, con unas sandalias marrones oscuras de tiras. Acomode un poco mis ondas, terminé de delinear mis ojos y me puse rímel en las pestañas, pinté mis labios con un labial rosa claro con brillos; bajé las escaleras y encontré a mí padre.
—Buen día, mí amor —dijo mientras me abrazaba y besaba mí cabeza como siempre hace.
—Buen día pa —sonreí.
— ¿Cómo dormiste, princesa?
—Bien sólo que...
—Buen día, Alice —dijo esa voz que me encantaba pero a la vez me irritaba, ahora me iba a fastidiar todo el día por la escenita de "Nena de Papá" como él suele llamarla.
—Perdón amor, me olvide de decirte que mis socios llegaron antes de lo acordado —intervino mí papá.
—Qué raro, el señor Aiden puntual, no recordaba eso yo —maldito, ahora si se habrá acordado de que el año pasado me dejo horas esperándolo, sonreí con su mirada clavada en mí y me dirigí a la cocina.
—Buen día, muñeca, ¿qué quieres de desayunar? —Marta siempre tan amorosa.
—Buen día, Marta. — Dije mientras pensaba que podía desayunar y deducía si tenía hambre o no, finalmente opté por decir. —No sé, no sé qué desayunar.
— ¿Qué te parece una mamadera? —Dijo esa voz odiosa.
—Estaría bien, pero no creo que Marta tenga la leche que yo quiero en esa mamadera. — Sonreí y le guiñe un ojo. Lo había desestabilizado, lo había dejado sin palabras y me sentía muy bien.
— ¡Ay, por Dios Alice! Que asquerosidad es esa, por Jesús. —No aguante mí risa y me eche a reír por lo que decía Marta y por la cara que tenía Aiden.
—Marta, no tienes que ponerte así, son las cosas de la vida. —Mí risa no cesaba y a pesar de que Marta no lo quería hacer notar, ella también se estaba contagiando.
—Basta, niña. —Marta trató de recomponerse lo más que pudo, pero con esas mini carcajadas que trataba de reprimir sabía que ella era de las mías a pesar de su edad.— Disculpe esto señor Aiden ¿Qué necesitaba?
—Sí, señor Aiden, ¿qué necesitaba?—sonreí y él todavía estaba desestabilizado. Pobre nunca esperó algo así de mí, de verdad debe pensar que soy una de esas jóvenes vergonzosas que no habla de sexo, que incrédulo.
—Sólo vengo a avisarte que tu padre dijo que vengas a desayunar con nosotros —sonrió de una manera que no me lo esperaba y salió de la cocina.
—Niña, no puedes decir eso frente a Aiden ni nadie—me reprochó Marta mientras dejaba frente mío un yogur y este dentro tenía unos rocklets y una cuchara— ¡Ay, Marta! Vi cómo te reías, ahora no te podes hacer la enojada —sonreí mientras tomaba mi yogur y salía de la cocina pero escuche el último casi-gritó de Marta.
—Deja de ser tan boca sucia, Alice —Dice.
—La vejez le pega mal a todos, Marta —después de eso tuve que correr porque me escuchó y me corrió hasta el patio donde todos íbamos a desayunar.
—Vas a ver cuándo tu padre se vaya y veras como me pega la vejez —me sonrió con malicia mirándome por la puerta que había atravesado minutos antes y luego se fue, todos me quedaron mirando.
— ¡Te Amoooo, Martaaaa! —grité y me senté junto con los demás.
—Te va a matar, hija —sé rio mí papá.
—Tuve una buena vida —sonreí y desayune en silencio mientras mi padre hablaba con sus socios.-Buen día- salude a los socios de mi padre, casi todos me saludaron muy animadamente ya que nos conocíamos hace años.
—Bueno, esta todo arreglado el día de la fiesta firmaremos el contrato —dijo mi papá mientras me sacaba de mi mundo lleno de pensamientos sexuales, necesito sexo.
— Perfecto, ¿hay que ir en pareja verdad? —pregunto Aiden.
—Hay que ir acompañado pero puede ser con cualquier persona sin importar el vínculo afectivo que se tenga.
—Perfecto...— Sonrió y poso su mirada penetrante en mí.
Tosí. —Bueno, disculpen, yo me retiro. Ya termine de desayunar y en esta conversación estoy de más— acote cuando ya me había aburrido y me había dado cuenta de que esta conversación se podía ir para un lado en el que no estoy interesada. Me levante de la mesa y junte lo que había desayunado, lo lleve a la cocina y sobre la mesa deje el pote para el reciclaje y la cuchada en el lavaplatos.
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Primer capítulo vuelto a subir. Espero que les guste y muchas gracias por la espera y por el apoyo.
¡Mañana siguiente capitulo!Pd: Ahora la novela se llama "La nena de papá" y cambie la sinopsis.
Banner echo por @AngelaMarlba.
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La nena de papá (Editando)
Teen FictionSi buscan el significado de nena de Papá en el diccionario, Google o cualquier otro lado te saldrá. Nena de papá:Alice Morris caprichosa, altanera, enojona, sensible, amorosa y más. Me encanta todo lo que es ella desde que somos pequeños y ahora qu...