Capítulo nueve

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-Pobre Hank -reí, tome un cuchillo y dos tenedores de donde había visto que Marta sacaba los utensilios ayer a la mañana.

Saque la torta de la heladera y corte un gran pedazo para Alice, sé que le encanta esta torta, y otro para mí.

-Toma- le pase el plato con el pedazo del pastel y un tenedor. Ella empezó a comer gustosa y yo la seguí.

-Gracias.-Me sonrió. -Siempre hizo tortas muy ricas Marta, es una genia en la repostería.

-En cualquier tipo de alimento básicamente es una genia - puso un pedazo en su boca y lo degusto, no podía sacar la mirada de ella mientras hacía eso hasta que en un momento me miro fijo por varios segundos, eso basto para que desviara mi mirada hacia otro lado o por lo menos para que no sea tan obvio.

— ¿Podemos hablar?

—Lo estamos haciendo ¿No?

—Mala mía. —Sonreí. —Mejor, ¿puedo preguntarte lo que yo quiero?

—Emm sí —asintió dudosa. —Pero con una condición, haremos una pregunta cada uno ¿Sí?—asentí con la cabeza.

— ¿A qué edad tuviste tu primer novio?

Parpadeo varias veces y después respondió. -Mi primer novio oficial y que le presente a mi papá fue a los doce.

-¡Carajo!- dije sorprendido. -¡Tuviste novio antes que yo!- Espero que no haya sido el estúpido de Franco que siempre decía "la quiero como una amiga" cuando lo cargaban con que él gustaba de ella, es un estúpido. Siempre vi como la miraba y así un amigo no mira a su amiga, lo odio.

-¿Fue Franco?

-Ya conteste tú pregunta, ahora me toca a mí- acepte no muy convencido.

-¿Estuviste de novio con esa rubia que vino contigo cuando me empezaste a decirme nena de papá?

-No, sinceramente sólo fue sexo, ¿tu primer novio fue Franco?

-No- sonrió y eso me hizo darme cuenta que a pesar de que no fue el primer novio de ella, ellos tuvieron algo.- ¿Quién fue tu primera novia?

-Mi primera novia fue una chica llamada Rosario- dije, sus ojos se abrieron y después le agarró un ataque de risa.- ¿Qué pasa?- pregunté confundido.

-Nada, nada- trataba de contener su risa.-Mejor sigamos- sonrió.

-No- respondí muy seguro.- Ahora quiero saber porque te reías- la miré fijo a los ojos.

-No es por nada. En serio, solo me dio tentación.

-Alice.

-¡Ya, ya papá!- volvió a reir.-Lo que pasa es que yo conozco a Rosario, pero no de vista ni nada de eso, sino porque tú mamá venía y hablaba de una novia tuya llamada Rosario.

-¿Qué? ¿Mi mamá hablaba de Rosario? ¿Y que decía?

-Sí, hablaba de Rosario. Que no le caía bien, que no era buena para su hijo. Básicamente lo que las madres y los padres siempre hablan de las parejas de sus hijos e hijas cuando están celosos.

-Eso era solo una tontería de mamá- comenté restando le importancia a lo que había dicho mi mamá- Si vos sabias que Rosario era mi novia ¿por qué me preguntaste si fue la primera?

-Yo sabía que Rosario alguna vez fue tu novia pero no sabía que era la primera- en sus ojos notaba que algo le faltaba decirme y no la dejaría irse hasta que me lo dijera. -¿Qué más decía mi mamá de ella?

-Nada más- comento mientras cortaba un pedazo de pastel y lo aplastaba en el plato

-¡Mentira, sé que hay algo que no quieres decirme!

-Tengo sueño, Aiden- dijo y sé levantó.

-Pero estamos hablando, Alice.

-Si quieres seguimos otro día; Buenas noches y gracias por todo- dijo mientras se acercaba hacia mí y depositaba un beso en mi mejilla.

-Buenas noches, Alice- dije, me sonrió y la vi marcharse para subir las escaleras.

En un rápido movimiento su cabeza apareció por el marco de la puerta y esta hablo. –Una vez dijo que limpiando tu habitación encontró un preservativo usado e hizo un chiste diciendo que encontró u bebe ahí adentro por el tiempo que había pasado desde que lo habían usado.- carcajeo y desapareció su cabeza otra vez y a los segundos volvió a aparecer –También dijo que me prefería como nuera- sonrió.

-Siempre lo hizo- sonreí.

-Mi papa igual- me devolvió una sonrisa –Buenas noches Aiden.

-Buenas noches Alice- solté casi en un suspiro cuando la vi desaparecer.

Maldita mamá chismosa.

Soy un estúpido, hubiera usado mejor mis preguntas y no en saber qué decía mi madre de Rosario; sí a mí no me interesaba y nunca me interesó, solo estuve con ella porque todo adolescente necesita tener sexo y para ver si Alice me decía algo, pero nunca lo hizo... supongo que se dio cuenta que ella era, es y será siempre mejor que Rosario para mí.

Me levanté de mi asiento, puse las cosas que usamos para lavar, guarde el pastel y me dirigí a las escaleras, espero poder volver a dormir, pero antes iré al baño. Tome la perilla y la gire, empuje la puerta y algo o alguien hizo fuerza empujando la puerta otra vez para cerrarla ¡Maldición, hay alguien en el baño!

-Ocupado- se escuchó su voz desde el otro lado parecía nerviosa. Creo que estamos predestinados a que cuando uno esté en el baño el otro vaya y le abra la puerta, pero esta vez yo salí perdiendo, no pude ver nada.

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¡Espero que les guste! Buenas noches...







La nena de papá (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora