Accidental (Larry/Nouis)

5. "Una mirada malinterpretada y una batalla comenzada"

— ¡Hoy habrá fiesta también!—Dijo Louis una vez que salieron del baño y se reunieron con Liam. Había decidido en el baño que seguro que si se acostaba con varios chicos esa noche podría olvidar lo pasó la noche anterior, y que golpeaba a su cabeza recordándoselo demasiado. Además si por un casual el rubio iba a la fiesta y observaba que no era el único en su vida, sus ilusiones de intentar que Louis conociera el amor o de que tuviera una cita se le pasarían.

—Dios Lou, ésto es un desmadre, yo le digo a mi madre que quedamos para estudiar, ¡no se va a tragar que quedamos tantos días!—Dijo Liam quejándose mientras ponía una mueca. Podría no ir pero debía cuidar de ellos. Era el único de los tres que controlaba el alcohol y que era capaz de evitar que los otros dos hicieran algo tonto.

No eran lo suficientemente maduros como para cuidar de ellos mismos, y Zayn tampoco lo era como para cuidar del ojiazul. Louis ni se lo planteaba, últimamente no salía de su actitud de niño pequeño al que se le antojan todos los caramelos de la caja. Necesitaba a alguien que le parara los pies, y ahí entraba él.

— ¡Será en mi casa!—Dijo Louis emocionado. Sería la primera fiesta que organizaría y estaba dispuesto a que todo saliera genial. Drogas, alcohol y mucho sexo.

— ¡Te la van a destrozar! ¿Estás loco? —Preguntó Liam alterado con una gran cara de horror en su semblante. Louis debería estar bromeando porque si no había perdido totalmente la cabeza.

Las fiestas a esas edades no dejaban más que una casa destrozada y bueno, en realidad casi nada bueno. Ir a una era lo mejor, pero ser el dueño de la casa era lo peor. Al día siguiente deberías limpiar los destrozos, la basura, tenías que comprar el alcohol y por no hablar de que debías conseguir drogas, ¿Por qué que fiesta no las tiene? Louis no podía estar pensando en serio en hacer una fiesta, debía haber perdido lo poco de inteligencia que alguna vez tuvo.

—No, será genial. Pasaros cuando queráis—Les dijo guiñándoles un ojo. Ahora debía irse a preparar todo para que fuera la mejor fiesta de todos los tiempos—¡Sabéis dónde vivo!

A Liam ya se le había pasado el enfado con Louis. Con Zayn no es que estuviera enfadado, simplemente estaba molesto porque le hubiera besado y al día siguiente no tuviera la decencia de acordarse de sus actos. Era una estúpidez, pero para alguien enamorado era un mundo.

— ¡Louis no...!—Liam iba a seguirle, a decirle que era una idea descabellada pero Louis ya se perdía por los pasillos del instituto entre los alumnos que comenzaban a entrar a las clases.

~*~

— ¿Esto es la casa de Louis? —Preguntó Liam horrorizado viendo la casa de su amigo alucinado en lo que se había convertido. La fiesta de Jack tenía la música alta pero lo de Louis era mucho más que eso. Era como si hubiera un concierto en directo dentro de la casa.

—Parece que sí—Dijo Zayn mientras entraban a la casa, que tenía la puerta abierta ya que había gente afuera fumando y bebiendo, quizás buscando algo de paz en ese lugar.

Lo primero en lo que se fijaron al entrar fue en la falta de iluminación, y lo segundo en que no había un concierto dentro, sino unos amplificadores de sonido del tamaño de una catedral. Había gente tirada por el suelo riendo y otras llorando, la mayoría estaban en la pista de baile bailando, otros cuantos bebiendo en la barra y otros se comían la boca en las escaleras...

— ¿Y cómo ha acabado así? —Preguntó Liam buscando a su amigo con la mirada por todo el lugar pero no parecía ni que estuviera en su propia fiesta, aunque había tanta gente allá como para saber si Louis se encontraba entre la multitud bailando o bebiendo, o quizás comiéndole la boca a algún chico guapo que se cruzó en su camino.