Accidental (Larry/Nouis)

18. "El timbre que sonó tantas veces que acabó rompiéndose"

La noche ese día estaba fría, y las hojas reflejando como un otoño próximo comenzaban a caer. ¿Y cuál era el asunto de la que parecía una gran tarde? Karen no sabía las consecuencias que podrían traer sus actos. No sabía el dolor que causaría a algunos, ni el enfado que causaría en otros. Ella sólo quiso ayudar.

Así que cuando esa tarde se presentó como inevitable, Louis no culpó a nadie. Ni a Harry por aparecer, ni a Karen por invitarlo, ni a Niall por reaccionar como lo hizo. Todo había comenzado lento.

Louis había estado emocionado por la pequeña fiesta que iba a preparar. Incluso demasiado. Aunque al principio solo lo vio como una carga, posteriormente lo vio como un gran día. Había estado una hora entera intentando sabe que debía ponerse (o más bien probándose y quitándose ropas). Y de esa hora, veinte minutos se los pasó llorando. La ropa comenzaba a estarle pequeña. Y cuando Niall apareció allí con un chándal amplio para él, las lágrimas se le desbordaban.

Siempre había sido una persona codiciada, y poco a poco iba viendo como su cuerpo cambiaba. Sus caderas anchaban, sus tobillos se hinchaban y su pancita se abultaba. ¡Odiaba los chándales! No eran ropa bonita. Y aunque siempre había sido una persona algo superficial, eso no cambiaba el hecho de que el nuevo Lou también lo estuviera siendo.

El primer timbrazo se oyó diez minutos antes de que la fiesta comenzara. Y el ojiazul se había frustrado porque recién salía de la ducha. Niall le había ayudado a bañarse, alegando que así ahorrarían tiempo. Pero nada había pasado más que unos besos húmedos y algunas caricias.

— ¡Todavía no es la hora! —Una pequeña risa se oyó por las escaleras antes de que Zayn, de la mano de Liam, irrumpieran en la habitación. Louis soltó un pequeño grito de indignación ya que sólo llevaba una toalla. Y el resto rió—Estoy desnudo chicos, ¡por favor! ¿Intimidad, qué es eso?

—Vamos Lou, ¿ahora eres tímido? Todos te hemos visto desnudo en algún momento de nuestra vida, así que si ahora te volviste pudoroso es una tontería—Bromeó el morocho. Y se acercó hacia el aludido y besó su mejilla, para acto seguido acariciar la pancita—No te escondas, ¿vale?

— ¡Yo no le he visto! —gritó Liam suspirando—Ni quiero eh, no penséis que estoy deseándolo porque no es así. Louis es mi amigo y jamás querría verle desnudo, aunque tenga un culo bonito, pero ¿qué digo? No no, dejad de mirarme.

A esas alturas todos se habían vuelto a mirarle por sus divagaciones absurdas y su novio le dedicaba una mirada no demasiado bonita. Zayn ecidió ignorar sus palabras y continúo hablando.

— ¿Qué tal te encuentras? ¿Estás nervioso? ¿Estás cansado? Dime todo nene.

Esa noche había sido horrible. Las molestias le habían caído en exceso y el bebé no dejó toda la noche de dar incómodas patadas, que impidieron su sueño. El ojiazul suspiró y decidió tomar unos pantalones vaqueros anchos y cómodos, que le permitieran estar de pie toda la fiesta sin que se cansara. Jamás había estado en una fiesta como estas.

¿Qué se suponía que debía hacer? ¿Hablar con la gente? ¿Mostrar su panorama? ¿Le iban a regalar dinero? ¿Regalos para el bebé? ¡¿Qué demonios se hacía?! Otro timbrazo sonó.

--¿¿Pero qué les pasa a estas mujeres con la puntualidad?? ¡Es demasiado pronto!

--Lou, tranquilízarte ¿Si? Sólo es una fiestecilla, nada del otro mundo, no tienes que hacer nada más que sonreír y disfrutar—Le susurró su mejor amigo esperando que sus palabras le consiguieran tranquilizar aunque fuera sólo un poco.

— ¡Liam, amor, dile a Lou que son mis amigas de Pilates! Id bajando —Advirtió Karen. ¿Sus amigas de Pilates? ¿Pero quién diantres estaba invitado a esa fiesta? ¿Amigas de pilates a las que Louis jamás jamás en su vida había visto? Oh oh, nada bueno podía salir de allí.