Capítulo 42: "México - Santiago"
- ¡Perdón! – Dije tratando de limpiar su camisa, pero solo lo estaba empeorando más
- Tranquila, tranquila - Creí entender mientras sonreía y recogía los pedazos de la taza rota
- ¿Puedo uhm... Ayudar? – Dije en español tratando de no hacer el ridículo en cuando a la pronunciación
- Todo está bien – Me habló en Ingles haciendo que sonría de lado
- Perdóneme, soy muy torpe – Reí nerviosa
- Me ha pasado antes, tranquila – Rió terminando de recoger los pedazos – Que tengas un lindo día – Me sonrió alejándose hacia la cocina
- ¿Bajamos a comer? – Me dijo Zac
- ¡Debes creerme, Zac! Debes tratar de hablar con alguien que sepa ingles aquí, ¡Su pronunciación es tan divertida!
- Sí, sí. Tal vez podría hablar con ese mesero que tanto hablar – Dijo mientras bajábamos por el ascensor
- ¡Eso es una genial idea! Tal vez, nos hagamos amigos de él. Oh mira, ¡Es él! – Golpee su brazo repetida veces y lo jalee "disimuladamente" a la entrada
- Era sarcasmo, Abby – Se quejó acomodándose la chaqueta
- No eres de mucha ayuda, Zac – Camine hasta una mesa
- Bienvenidos a México, ¿Qué desean ordenar? – Preguntó el chico
- Abby, ¿Qué vas a pedir? – Preguntó Zac tapándose la cara
- Ah... Eh...Yo – Abrí el menú - ¿T- Tacos? Sí, quiero tacos, por favor – Sonreí
- Yo también – Dijo Zac
Santiago, ¡Su nombre era Santiago! Lo decía su chaqueta.
- Gracias, Santiago – Sonreí mientras él se alejaba, pero giró a verme y sonrió
Minutos después, Santiago volvió con dos platos llenos de comida que olía delicioso.
- Disfruten – Sonrió de nuevo y se alejó
Santiago, junto a los tacos había dejado un plato al que le llamaban ""chilaquiles" y fue tan divertido ver la reacción de Zac al comerlos, que olvidé por completo la existencia de Santiago.
Me estaba riendo a carcajadas por el color rojo en la cara de Zac soltando groserías por lo picante que era.
- Eres una niña – Reí entregándole un vaso de leche que había pedido para él
- ¿Leche? ¿En serio, Abby? – Preguntó con la lengua afuera
- Tómala, que mi tía nunca se equivoca – Le señalé pegando el vaso a su boca. Fue tomando de a poco y fue calmando las quejas
-xxx-
Zac se puso el cinturón y marchó. Yo sonreí encendiendo la radio y poniendo mi Pen drive que dio paso a "Thousand Miles" de Vanessa Carlton y eso me hizo sonreír aún más
Este sería mi concierto.
- Making my way downtown walking fast, faces pass and I'm homebound. Staring blankly ahead, just making my way, making a way through the crowd – Toqué su brazo haciéndole pegar un salto y reí para seguir cantando – And I need you – Moví la cabeza imitando a Terry Crews en White chicks – And I miss you – Volví a mover la cabeza de un lado a otro – And I now wonder, if I could...
Entonces, Zac apagó la radio.
- ¡Hey!
- Lo siento Abbs, pero ya vamos a llegar y estoy pensando en obligarte a entrar en cada montaña rusa – Lo miré con los ojos muy abiertos
- Yo... No creo que sea buena idea
- Te vas a subir de todos modos
Dio vuelta a la izquierda en el segundo semáforo como ordenaba el GPS y finalmente llegamos a Six flags.
- Llegamos – Sonrió girando a verme. Me sentía como una niña en una película de terror
Estuvimos en juegos tranquilos hasta que Zac me jaló a la cola de "Superman en el último escape". Sesenta y seis metros en la parada más alta, y luego de eso venía un túnel, y muchas, muchas vueltas.
La cola fue demasiado larga; En momentos trataba de escaparme, pero Zac siempre me agarraba ágilmente antes de que eso pasara.
Así que, como había sido de las primeras veces en la montaña rusa, salimos del parque por algo de comer.
- ¡Un conejo! – Grité jalando a Zac hasta un muñeco que bailaba en el medio del parque. Y de repente comenzó a llover, corrimos hacia un negocio y entramos
- Déjame, yo lo pido – Dijo Zac, estábamos en un puesto dónde decía tacos para llevar
- Zac, no creo que sea una buena idea...
- Hola mami, mi amiga y yo querer un tacos para irnos, ¿Por favor nos dar? – La amable señora miró a Zac por unos segundos y respondió
- ¿Qué dices güey? – Entonces empecé a reírme de Zac
- Disculpe señora... Mi amigo no sabe... Mucho español. Lo que quiso decir fue... Uhm, que sí, Nos da un par de tacos para... ¿Llevar? – Dije haciéndola asentir sonriente
- Orale mija, ¿De qué quieres tus taquitos? – Me dijo señalando el cartel a mi lado, yo me acerqué a leer
- Dos... ¿Tacos de pastor? Por favor – Dije haciendo que la señora se acercara a un hombre ligeramente bajo de estatura
- ¡Pepe, dos tacos de pastor para los chavitos! – Gritó para luego sonreírme – Ya los traigo morillos
Entonces se alejó caminando hacia Pepe. Zac me miró con los ojos entrecerrados.
- ¿Nos acaban de insultar?
- ¿Por qué dices eso? – Reí cruzándome de brazos
- Nos dijo moguillos, ¿Qué es eso?
- Dijo morrillos; Y según Google – Dije tecleando en mi celular – Es como... Niños o algo parecido
Entonces la señora Paola, como nos dijo que se llamaba, regresó con dos bolsas y nos entregó los tacos; Le pedimos sacarnos una foto con ella y Pepe, para luego pagar e irnos, la lluvia había cesado mientras esperábamos los tacos, así que caminamos hacia el auto con tranquilidad.
- ¿Es sano enamorarse de un taco? – Dijo Zac terminando de comer, yo sonreí y seguí comiendo
- ¿A dónde iremos mañana?
- Hoy a la mañana vi en internet un lugar llamado xo... Xoch... Luego busco el nombre. Pero hay unos cuantos botes con nombres personalizados, podemos ir, ¿No?
- Suena bien – Dije entrando al auto al igual que Zac
El camino al hotel solo lo ocupaba Timber de Kesha y un par de canciones más. En cuanto llegamos, recordé que tenía algo que hacer.
Hablar con Santiago.
- ¿Segura que lo vas a hacer? No quiero que después me cambies por un Mexicano
- Sí, solo voy a hablarle, no voy a casarme con él – Bromee – Ya vuelvo – Dije y le doy un ligero beso en los labios
Bajé el ascensor, era la hora de descanso de Santiago. Y ahí estaba Santiago saliendo del restaurante con un... ¿Chico?
Seguro era un amigo; Aún más genial, tener dos nuevos amigos Mexicanos.
Oh, los amigos no se besan.
Santiago es gay.
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Nunca me Dejes
Ficção Adolescente- Te he extrañado tanto - Susurra contra mi cabeza y luego deposita un beso en ella - Yo a ti, no sé cómo pude irme - Le respondo abrazándome más a él - Nunca vuelvas a dejarme, Abby