Capítulo 43

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Capítulo 43: "México – Xochimilco & Tequila"

  Caminé hacia la salida, ya que estaba ahí iría por algo que tomar en un lugar llamado oxxo , una especie de minimarket que tenía de todo.

Compré una gaseosa y regresé al hotel.

  Me mordí el labio jugando con la tapa de la botella y entré en la habitación, encontrando a Zac que salía de la ducha.

- ¿Hablaste con el fontanero? – Preguntó pasándose la toalla por el cabello

- No quiero hablar de eso

- ¿Por qué? – Preguntó y yo lo miré mal

Y no volvió a tocar el tema hasta el día siguiente.

- Así que... ¿El fontanero tenía novia y no pudiste dejarme e ir con él?

- Peor – Le seguí el juego – Tenía novio – Lo dejé con una expresión de boquiabierta entrando al baño de nuevo para cepillarme los dientes

- ¿Se le moja la canoa?

- Cállate

- ¿Se le derrite el helado?

- Zac, no

- ¿Le suda la espalda?

- Por favor, basta – Dije y cerré la puerta para luego de terminar de cepillarme los dientes salir y caminar a mi cama

- ¿Patina para el otro equipo?

- ¡Zacary! – Grité tomando un almohada

- Bueno, la paz – Rió alzando las manos

  Luego de bajar a almorzar y escuchar tontas bromas de Zac sobre la elección sexual de Santiago, regresamos a la habitación para cambiarnos y esperar al guía que nos recogería en el hotel para ir al lugar que Zac había hablado antes.

Xochimilco.

  El plan, según el guía era rentar una "trajinera" que eran las balsas de las que se refería Zac para llegar al centro de Xochimilco.

  Había alrededor de quince turistas contándonos a nosotros y a los mariachis que subieron a cantar.

"Esos ojos que tienes cielito" Se oía de fondo mientras tomaba fotos al paisaje.

- Abby

- ¿Sí?

- ¿Puedes alejarte un poco del borde? – Pregunto jalándome cerca de él –Te vas a caer y... - Me miró y se calló, yo reí

  Al bajar de la balsa, llegamos al centro donde había un convento llamado San Bernandino de Siena.

  Oía que el guía hablaba pero estaba distraída tomando fotos, caminamos un poco más y llegamos a un mercado donde vendían desde artesanías hasta mucha comida típica de allí.

  Zac se había llenado de comida, lo había visto comer tacos, quesadillas, tamales, barbacoa, churros y más dulces.

- ¿Quieres? – Me preguntó Zac con la boca llena refiriéndose al decimo churro que compraba

- No gracias, Zac. Estoy muy llena ya, no sé cómo es que puedes seguir comiendo – Él se encogió de hombros y siguió comiendo

  El tour terminó en un bar llamado Tequila. Y tal como el nombre lo decía, el tequila era la estrella del lugar.

Nunca me DejesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora