Capítulo 39

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Capítulo 39: "Estados Unidos –L.A baby" 

  Luego de entregar los boletos y hacer la revisión pudimos entrar al avión, las maletas estaban facturadas y Zac miraba de un lado a otro buscando quién sabe qué.

- ¿Qué haces? – Le pregunto

- Busco el asiento

- Pero están aquí – Señalé los asientos que claramente decían el numero que nos tocaba

- Ah, ya sabía

- Vas a la ventana – Reí mientras rodeaba los ojos

- ¿Puedes ir tú? – Me preguntó, yo suspiré y asentí sentándome primero. Zac sonrió y se sentó también

  La azafata salió en cuanto todos estaban en sus asientos para decir él cómo debíamos comportarnos es caso de un accidente aéreo. Pidió que apagáramos los teléfonos al final de todo y todos obedecieron.

  Zac estaba inquieto, no era la primera vez que viajaba en avión, pero por lo que me contó fue cuando él era pequeño.

- No va a pasar nada, relájate – Sonreí

  Zac por fin se había quedado dormido y estaba en paz. Al lado de él, un viejo bonachón me contaba la historia de cómo había conocido a su amada "Charlotte". Era simpático, pero muy hablador.

- ¿Cuánto falta para aterrizar? – Pregunta Zac susurrando medio dormido

- Queda una hora y media – Le susurro viendo el reloj que estaba en el asiento

- ¿Y viste ese muro con candados el Paris? Lottie y yo fuimos de los primeros en iniciar eso

- ¿Y dónde está su esposa, señor? – Pregunta Zac estirándose un poco

- Mi amada falleció hace un par de años – Sonrió de lado y Zac cabizbajo le respondió

- Lo siento, en serio, señor

- Tranquilo muchacho, que el recuerdo queda conmigo. Voy a visitar a mi nieto, está por graduarse, debe tener tú edad

- Me alegra mucho, él debe estar muy feliz de tener un abuelo como usted – Dije sonriendo

- Más le vale, soy la mejor persona que pudo tener – Bromeo tomando un poco de café y yo reí

- ¿Le molestaría si nos tomamos una foto con usted? Será el primero en nuestra pared de fotos – Dice zac

- Sería un honor

  Entonces el viejo Gregory se tomó una foto con dos completos desconocidos. Que hacían caras graciosas en las fotos, por cierto. Y conversamos mucho más con él durante la hora y media faltante.

- Ustedes chicos me han caído muy bien, estaré los próximos días aquí y luego volveré a Canadá, si me necesitan o conocen a alguien, llámenme – Me dio una tarjeta y luego se alejó. Ya habíamos aterrizado y esperábamos el auto que Zac había rentado.

- ¿Gregory Maxwell dueño de Bristol Company?

- ¿El dueño de la productora?

- ¿Cómo no te diste cuanta antes, Zac?

- Yo estuve dormido la mitad de su historia, ¿Cuál es tu excusa? – Dijo cruzándose de brazos

- ¿Señor Miller? Su auto está lista en el hotel – Anunció el chico que os había entregado las maletas antes

- ¿Señor? ­– Me burle en cuanto el chico se fue

- Aquí soy un hombre respetado – Dijo Zac con orgullo y yo estallé a carcajadas

- ¿Un hombre respetado? ¡Es la primera vez que vienes! – Reí aún más

- Shhh, que aún nadie lo sabe – Entramos al taxi

  En cuanto llegamos al hotel, pagó y entramos. El hotel tenía unas puertas giratorias que siempre me gustaron, el botones ayudó con las maletas mientras nosotros caminábamos hasta recepción.

- Bienvenidos al Hotel Naitwell, ¿En qué les puedo servir?

- Buenas tardes, llamé hace una hora pidiendo una reservación a nombre de Abby Johnson – Sonreí sacando el ticket

- Sí, dice aquí que es una reservación de cinco días para dos personas, ¿Correcto? – Yo asentí y comenzó a escribir cosas – Bien, tienen la opción de... Dos habitaciones pequeñas o una espaciosa para dos personas, ambas a precios económicos iguales, ¿Cuál desea elegir?

- Supongo que la grande para dos – En cuanto pagué y nos entregaron las tarjetas subimos al ascensor. Llegamos a la habitación y yo puse la tarjeta en la puerta para entrar

  Primer destino en Los Ángeles, California: Comida. No habíamos almorzado nada y mi estomago crujía. Felizmente el Hotel tenía un bufet en el que se podía comer a discreción, y mi estomago agradecía eso.

  El segundo destino era Venice Beach, el viaje hacía allí tardo unos veinticinco minutos pero valió la pena. Así que ese era el primer lugar en Los Ángeles con Zac Miller.

  En Venice había una calle llamada Abbot Kinney. Un ambiente bohémico, que a mitad de calle tenía una feria donde vendían pulseras tejidas y cosas con las que quedé maravillada, cada casa era de colores y yo no hacía más que tomar fotos. Incluso le tomé un par de fotos a Zac. No había estado en Venice Beach, estaba realmente emocionada.

- Oh, mira, ¡malabares! – Sonreí jalando a Zac hacia donde estaban los chicos haciendo malabares y bailando

Era una especie de break dance, oh... Estos chicos no tenían huesos. Me acerqué a los chicos

- ¡Hola chica! – Sonrió uno de los chicos que habían estado bailando mientras tomaba agua - ¿Vienes sola?

- No, con... Mi novio – Lo señalé con la mirada y el sonrió – Como sea, chicos... Bailan muy bien – Dije emocionada en cuanto el grupo de seis chicos se reunió

- Hacemos lo que podemos – Dijo uno de ellos

- Soy Andy – Me dijo el primer chico con el que hablé

- Yo soy Abby, y él es Zac – Señale a Zac que se puso a mí lado – Y les tengo una buena noticia

Sonreí, primera buena acción del día; Los contacté con Greg, el dueño de Bristol Company.

- Me siento como un hada madrina – Dije mientras tomaba mis cosas para ducharme

- ¡Abby! ¿Vas a seguir ahí? ¡Tengo hambre! – Me gritó Zac mientras yo peleaba con mi pantalón de pijama

Cruzaba los dedos para que el Señor se apiadara de mí y no me resbalara.

  Y logré ponerme los maduros pantalones amarillos con caras de Bob Esponja por todos lados, sin problema.

  Salí del baño tranquilamente y Zac entró a regañadientes haciéndome reír. Cinco minutos después, él salió solo con su pijama. Si es que se le podía llamar pijama; Eran unos pantalones cortos color gris y una musculosa color blanca.

- ¿Vas a bajar a comer así? – Asentí orgullosa y reímos. Dicho esto salimos de la habitación

Mañana sería un gran día. 

Nunca me DejesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora