C u a r e n t a y c i n c o.

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Hoy llegan los padres de Steven a su casa. Dios, estoy nerviosa. Más o menos sería como presentarme a mis "suegros", y entre comillas porque todavía no somos pareja oficial, de seguro no faltaría mucho para que me pidiera ser su novia.

En estos momentos estoy en su, bueno, nuestra habitación poniéndome un vestido tipo skater con rayas blancas y negras, me voy a dejar mi pelo negro lacio suelto, cayéndome por la espalda, y, cómo no, mis Vans negras; un poco de maquillaje y estoy lista.

Alguien toca la puerta.

-¡Pase! -grito.

-¡Wow! Estás hermosa -dice Steven entrando a la habitación-, vas a hacer que me enamore de vuelta. A, cierto, me enamoro de tí todos los benditos días-. Me abraza, me da un beso en la frente y yo sonrío embobada.

De pronto sentimos que alguien entra por la puerta principal, y todos mis nervios vuelven a mí.

-Ya llegaron -dice Steven. Entrelaza nuestras manos y me arrastra hasta abajo.

Cuando bajamos él me suelta la mano y corre a abrazar a sus padres.

Mientras lo veo, pienso, que toda mi vida sería diferente si tuviera una familia. Pero, no habría conocido a Steven, de seguro.

La vida me golpeó muy duro, pero, después de todo, valió la pena que lo hiciera, porque, al final del día, tenía a alguien a quien amar. A quien besar, abrazar, y hacer sonreír. Después de todo, soy feliz.

Una Tonta Historia Corta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora