Agarré mi celular.
8 llamadas perdidas.
3 mensajes.
Todos de mi madre.Me levanté de la cama. Marqué su número y la llamé. No sé qué quería. No quiero hablar con ella. Pero bueno.
Primer tono. Segundo tono. Y al tercer tono, contesta.
- ¡Sky! ¿Dónde rayos andabas? ¿Por qué no me respondías? ¡Me dejaste a cargo de tu hermana!
- Lo siento, mamá. Estoy en la casa de un amigo, no te preocupes. Y perdón por dejarte a cargo de ¡tú hija! - dije. ¿Desde cuando se preocupaba por mí? Y no le cuesta nada cuidar a Selene. Después de todo, es su hija, y nosotras ya hacemos todo por nuestra cuenta. (alimentarnos, asearnos, limpiar, etc., etc.)
- ¡No me hables así! Sigues estando a mi cargo. ¡Y hoy tenia una cita! La tuve que cancelar por tu culpa.
- Mamá, tienes citas todos los días. Un día de descanso no te haría nada mal.
- ¡No me hables así dije! ¡Y vuelve a la casa en este instante! Cuando llegues la limpias. Es un desastre.
Dios, esta mujer me está volviendo loca.
- Ok - le dije, y corté.
Miré la cama. Luego a Steven, que seguía sentado en el mismo lugar.
Es raro, pero, no me quiero ir de este lugar. Prefiero esta acá, que en mi casa. Pero, en casa está mi hermana, y ella es lo que amo más que a nada en el mundo.- Me tengo que ir - le dije a Steven.
- Te llevo - afirmó. Se levantó de la cama y salió del cuarto.
Me puse mis zapatos (supongo que Steven me los sacó para acostarme en su cama), y salí del cuarto. Bajé las escaleras y Steven me estaba esperando en su puerta, con las llaves de la Harley en su mano.
- Vámonos - le dije.
- Como ordenes, señorita - bromeó Steven. Y así, nos fuimos a mi casa.
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Una Tonta Historia Corta.
Historia CortaY pensar que las grandes historias comienzan con un simple "hola".