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-¿Es qué eres idiota acaso?.- Soo respiraba entrecortado y sus palabras salían a balbuceos.

No contesté. Me sentía fatal y estúpido. Si tan sólo pudiera controlarme.

-¿No me vas a mirar?.- Me encontraba en el suelo mientras el estaba de pie y me cuestionaba.

Quería hablar pero nada salía. No sentía nada. Sus sollozos se intensificaron y me sentí peor por el. Kyungsoo se merece algo mejor, el no debe por qué estar soportando a un loco, no debía atarle a mí. El merece pasar más tiempo con alguien que le merezca y que lo haga felíz.

-¡Con un demonio mirame!.- Se arrodilló hasta a mi y por inercia posee mis ojos en los de el.

Sus ojos estaban rojos. Y detonaban el miedo. No quiero eso. No. No quiero que a la unica persona que tengo en este momento me tema.

Puse mis frías manos en su rostro y cerró sus ojos dejando escapar esas lágrimas.

-Lo siento...- Fue lo único que pude decir.

-¿Qué ha pasado?.- Abrió sus hermosos ojos que ahora el rojo relucia a más mientras ponía su mano sobre la mía.

Creó qué ya no podré seguir con esto más. El debe ayudarme pero ¿Me tomaría por loco? ¿Saldría huyendo?.

Al imaginar eso no pude más y lo abrace tan fuertemente cómo mis fuerzas pudieron.

No me veía en un futuro sin Kyungsoo. El es parte importante de mi vida y no se puede ir de ella. No ahora.

-No me dejes tu también...- Al fin de cuentas mis lagrimas salieron a flote y no pude detenerlas y me aferre más a el.

-S-sabes qué nunca lo haría.- El también había ajustado su abrazo hacia mi. -Eres mi mejor amigo, no podría dejarte sólo. ¿Y si te ocurriese algo? No me lo perdonaría.-

Tener a alguien de apoyo en estos momentos significaba demasiado para mi. Con el simple hecho de que es Soo quién me está dando su apoyo.

-Tú no seas cómo el...- Y lo qué más le molestaba a Soo era qué de alguna u otra manera le comparece a él con B..aek.

No dijo nada. Ni me soltó. Me alejo de el y veo qué está por llorar de nuevo. Mierda. No.

Y de un instante a otro se levantó del suelo y se fue. Intente seguirlo y antes de que pudiera entrar a su habitación, la puerta se cerró frente a mi cara. Bien.

-Soo... Abre la puerta.- Trate de sonar calmado; aunque el dolor volvía con más fuerza, pero no podía hacerle otra escena de nuevo.

-¡Vete!.- Escuché del otro lado de la puerta y ha juzgar por cómo se oía su voz estaba dolido. Eres un Idiota Park.

Me senté en el suelo mientras acariciaba la puerta intentando que eso me diese tranquilidad o algo por qué mis ganas de romper esta puerta es inmensa.

-Pequeño sabes que no fue ni será mi intención compararte.- Dije para luego suspirar, su respuesta fue al instante.

-¡Nunca me vuelvas a comparar con ése!.- Pase mi mano por mí frente en señal de desespero;por querer decirle que no lo comparo, mientras lo abrazó. Últimamente eso me reconforta un poco.

Quería borrar la imagen de un Soo que me temía y me veía con miedo, a un Kyung que me mirará felíz.

Pero se qué lo he tirado todo por la barda. Su enojo es más que sus ganas por hablar de lo ocurrido en la cocina.

-De acuerdo. Me iré.- Miré por un segundo hacia el techo para volver a hablar. -Sabes qué mi boca dice muchas estupideces de las cuales mi cerebro no está conciente. Perdóname por tratarte así. No te merezco, te mereces algo mejor que lidiar con alguien cómo yo, pero no te culpó lo haces por qué me quieres. ¿Me quieres cómo yo a ti? , no. No lo creo. Pero no te reclamo nada, perdón por ser como soy pero simplemente no puedo detenerme. Hago daño sin querer hacerlo, me estoy convierto en algo que no soy y si quieres que me vaya para no hacerte sufrir más lo haré.- Sin esperar una respuesta me levanté.

~Paroxetina: Nobody.~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora