EL REY DEMONIO

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Me levante, me sentía agotado, pensaba en el sueño que tuve, pero me preocupaba más incorporarme, no veía nada, una niebla cubría el lugar, tome el estuche, estaba preocupado tenía que estar listo para lo peor, desde las sombras emergía una figura humana, -sobreviviste es bueno saberlo- empezó a caminar en círculos alrededor de mí no sabía qué hacer, por lo que tome el estuche e intente golpearlo, lo cual el esquivo sin problema alguno, y en respuesta soltó un golpe que me derribo sin dificultad -¿sabes quién soy? Como te atreves a ser tan insolente, después de todo lo que hice para traerte- a lo que molesto respondí -¿qué hiciste? Matarme- y levantándome dijo -te entrene y te arme- mi rostro se deformaba -maldita sea- en ese momento me logre percatar de en lo que me había transformado, mis orejas eran como las de un perro e incluso tenia cola, pero fuera de eso seguía siendo humano, -tu! ni siquiera eres humano, eres más un perro ahora- en ese momento trate de atacarlo pero tomo mi brazo y me azoto contra el piso, -soy el rey del infierno y tú eres un demonio cualquiera que crees poder hacer- lanza todos los golpes que pude pero él los esquivaba -estoy harto- detuvo uno de mis puñetazos y al tronar los dedos una especie de portal se abrió, -es hora de que aprendas- me dio una patada en el estómago y me lanzo a él.

Cuando logre incorporarme el estuche estaba delante mío -¿cómo?... no importa- tome el estuche y me prepare para irme, cuando una especie de soldado d me ataco, pareciera haber sido torturado por años, su semblante reflejaba odio y yo era su objetivo, -no... no me va a derrotar- fue lo único que pensé, en ese momento solo pensaba en alejarme y tener espacio suficiente como para abrir el estuche y poder pelear, de un salto que gracias a mi transformado cuerpo logre, me aleje lo suficiente y al abrir el estuche aparte del instrumento se hallaba una pistola, no sabría cómo describir su calibre, pero era demasiado potente, quizás mejorada en aquel infierno, pero eso no me preocupo pues apunte y dispare a aquel ser lleno de odio, solo una bala bastó para que cayese muerto, por lo que me dispuse a ver el contenido del estuche, en el cual además de un par de cargadores llenos encontré una carta que decía -no eres tan listo como creías, usa armas cortas o morirás antes de poder usarlo- no entendía qué pasaba, pero eso no importaba, a lo lejos logre disipar a varios soldados como el que mate, sabía que no me podía quedar, tendría que huir y salir de este infierno.

guerra de dioses: el violinista del inframundo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora