¿Solo Primos? Já

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Ania's PoV

Me desperté sintiendo un fuerte dolor en el estomago bajo. Me alarme un poco sabiendo lo que podría ser y corrí hacia mi habitación para adentrarme al baño, estando ahí me revise. Por suerte era apenas un aviso y no había manchado nada. Me limpie y tome un cálido baño, para después buscar mis toallas femeninas. Eran las 6:15 a.m. así que decidí bajar a la cocina para preparar el desayuno. Lo cual consistía en una rebanadas de pan tostado, fruta con miel y coco rayado, y un vaso de jugo para mi y para Joseph lo mismo pero con una taza de café en lugar de jugo.

Aún no terminaba de picar la fruta cuando mi primo entro a la cocina hablando por teléfono.

- Si tía no te preocupes yo la cuido... Si aquí estoy con ella... No, no tenia idea... Si ya esta despierta... Claro no hay de que, ya le entrego el celular para que hables con ella.

Con esas palabras se acerco a mi con la mano que sostenía el celular extendida hacia mi.

- Tu mamá.- susurró mientras yo recibía el móvil.

- Hola mami, buenos días.

- Mi niña, ¿cómo estas? ¿Te alimentas bien? Si no mal recuerdo hoy o mañana te baja la regla ¿cierto?- Mierda creo que mas roja no puedo estar.- En fin ya le dije a Joseph que te cuide mucho por lo de tus dolores y eso. - ¿¡Que? Por lo visto estaba mal y si me podía sonrojar mas. Tanto que sentí que mis mejillas estallarían.

- Mamá ¿por qué hiciste eso? Yo me sé cuidar sola no era necesario que se enterara él.

- Oh mi niña es que nunca esta de mas.

- Bueno mamá estoy bien ¿cómo están ustedes?

- Bien cariño estamos bien. Que bueno que estés bien. Te hablo luego bonito día.

Colgó.

- Oye tranquila ¿que pasó?- dijo mi primo tratando de controlar una risa burlona seguramente por el color en mis mejillas.

- Como sea. Guarda silencio y come. ¿Café o jugo?

- Ay que genio. Café por favor señorita gruñona.

Serví una taza de café y se la puse en la mesa cerca a su plato.

- Gracias pequeña. Se ve delicioso.

- De nada grandote. Y perdón por lo de mi madre se preocupa demasiado... Y la verdad no tenias porque enterarte.

- No te preocupes. - Dijo soltando una carcajada. - Son cosas de la vida y bueno pues eso es de lo mas normal.

Yo solo asentí con la cabeza una ves y me dedique a comer mi desayuno en silencio.

Acompañe mi pan tostado con un poco de mermelada de piña.
Disfrute de mi desayuno en silencio en compañía se mi primo. Que solo se dedico a comer.

- Wow pequeña me sorprende cada ves mas con tu comida. Estuvo deliciosa.

- Gracias, supongo que es porque disfruto de cocinar. De otra forma tu sabes que no lo haría.

- Vaya que lo sé. ¿Qué planes tenemos para hoy?

- Eh. Si de hecho planeo pasar un rato en el pequeño gim que tenemos aquí en la casa. ¿Y tú?

- Pues pensaba ir un rato a correr al parque. Pero igual puedo hacer ejercicio aquí.

- Claro.

Después de un rato de estar en la caminadora trotando decidí parar para hacer unos ejercicios en distintas áreas de mi cuerpo. Cómo abdominales para el abdomen entre otros.

Después de una hora de ejerció me detengo para tomar agua y secar el sudor de mi cuello y rostro.

- ¿Rutina terminada?

- Si ya ¿y tú?

- Justo voy terminando ¿por qué tienen dos áreas de aparatos?

- Porque una es mía y de mamá y la otra es de papá. - Justo en ese momento me pego un fuerte dolor en el estomago bajo. - ¡Auh!

- ¿Qué pasa?

- Me duele, me duele mucho. Ayudame a ir a mi recamara.

- Esta bien, ven. - dijo me atrajo a el para después cargarme hasta mi cuarto.

- Gracias. Eres el mejor primo del mundo. Ahora si me permites... - dije entrando a mi baño.

- No te preocupes. ¿Necesitas algo? Puedo traete lo que sea. Solo pidelo.

- Si por favor... Solo un té de manzanilla.

Me bañe rápidamente y me puse unos mallones negros y una blusa larga tipo vestido pero mas corto color rojo. Mientras buscaba mis pantuflas entró mi primo con una taza de té.

- Aquí tienes. Agregue un poco de hierba buena porque recordé que una ves mamá le dijo a mi hermana Sonia que eso le servía para los cólicos menstruales.

- Muchas gracias, no sé que haría sin ti en estos momentos.

- No es nada lo haría por cualquiera.

- Supongo que eso es cierto. ¿Tienes algo que hacer o puedes pasar el día conmigo?

- La verdad no tengo nada mejor que hacer. En la casa no hay nadie y mis amigos no están. Así que puedo y quiero quedarme contigo.

- No tengo muchas ganas de moverme. Una ves que me pegan los cólicos no me dejan moverme mucho. ¿Te parece que veamos unas películas y comamos pizza?

- Claro por mi no hay problema. ¿Pizza hawaiiana, peperonni o solo queso?

- Las tres por favor.

Media hora después tocaron a la puerta con nuestras pizzas.

Comimos nuestra pizza y pasamos la tarde viendo películas decidí que para no tener pesadillas veríamos películas infantiles. La verdad es uno de mis rangos favoritos.

Estábamos en mi cuarto recostados en mi cama cuando algo súper extraño pasó. Estaba recostada en el pecho de mi primo cuando voltee a verlo para comentar en algo sobre la película que veíamos. Estábamos tan cerca que nuestras respiraciones se mezclaban él miraba mis ojos y luego bajo su vista a mis labios. Donde posó su vista por varios segundos.

Entonces pasó... Me besó y yo le correspondiente al beso de inmediato. Era un beso dulce pero un tanto inseguro de su parte. Al separarnos por falta de tiempo el me miró y dijo:

- Perdón Ania no era mi intención hacerlo. Fue un impulso y no debí seguirlo. - dijo sentándose en la cama.

- Oye no te disculpes yo te seguí el beso porque quise hacerlo. No me obligaste a nada.- Contesté tomándolo del brazo. - Si tanto te preocupa podemos hacer borrón y cuenta nueva. Y seguir viendo la película.

- ¿Estas segura? - No porque ese fue uno de los mejores besos que me han dado.

- Si no te preocupes.

El resto de la noche estuvo bien. Hacíamos bromas de ves en cuando y reíamos sobre las películas. Pero se sentía la tensión entre los dos no mucha pero en fin existía.

No sé en que momento me recosté en su pecho para estar mas cómoda y empezé a trazar círculos imaginarios con mi dedo índice por su pecho. El tiempo parecía no pasar y no me di cuenta de que me quede completamente dormida.