- Entiendelo tu y yo debemos ser solo primos ante el resto de la gente, no podemos demostrar lo que sentimos en realidad. - Dijo Ania con los ojos cristalizados a punto de soltar en llanto.
- Deja de pedirme eso, sabes que me es imposible.- respondi...
Desperté ante el fracaso de alguien por entrar en silencio a mi cuarto. Oh no que fastidio. Pensé que por ser mi cumpleaños dormiría más, pero no... Alto ¡hoy es mi cumpleaños! Eso explica todo. Abrí los ojos lentamente para sentarme en mi cama Encontrándome con mis hermosos padres y lo mejor de todo un pastel de chocolate decorado con mas chocolate en las manos de mi mamá. ¡Oh por Dios! Un pastel de chocolate solo para mi.
- ¡Feliz cumpleaños! - casi gritó mi mamá.
- Gracias mami te amo eres la mejor.
- Si claro yo estoy pintado no existo.
- Ay papi no es por nada, pero en realidad solo lo decía por el pastel.
- Si debí suponerlo.
- Saben que los adoro son los mejores padres del mundo. Pero muero por probar ese pastel. Gracias por todo.
- Bueno te esperamos en la cocina no tardes. Porque se acaba el pastel.
Le tiré una mirada de "no juegues con eso madre".
Salieron de mi recámara y me fui al baño para lavar mi cuerpo y cabello. Tardé exactamente 15 minutos en salir de bañarme. Salí envuelta en una toalla y entré a mi armario para buscar que ponerme.
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Para acompañar este conjunto me puse mis vans del mismo color que la camisa. Y me dispuse a bajar.
- Hola, hola. Yo no sé ustedes pero yo ya quiero pastel.
- Si probemos esta delicia.
- Hola a todos. Tío buenos días. - Dijo mi primo entrando a la cocina y estrechando la mano de mi padre. - Hola tía buenos días. - continuó saludando a mi mamá con un beso en la mejilla. - Hola pequeña. Feliz cumpleaños ten un pequeño regalo te lo manda Sonia. Y este lo manda mi mamá. - dijo entregándome dos regalos.
- Gracias Jo. Las llamare para agradecerles. ¿Quieres pastel?
- Si gracias se ve delicioso.
Mamá cortó cuatro rebanadas y las colocó en frente de cada uno.
Pasé una buena mañana aun con los comentarios vergonzosos de mis padres sobre mi cumpleaños. Y sus historias de los que parecía ser todo momento bochornoso de mi vida. Reíamos sin parar aunque por dentro solo quería morir hasta que mi primo dijo:
- Esta noche iremos a tu fiesta.
- ¿Fiesta? ¿De que hablas? Yo no sé de ninguna fiesta.
- Mhmm ¿quiere decir que de verdad era sorpresa? Oh no ya lo arruiné. ¿Puedes fingir sorprenderte cuando llegues?
- Oh genial ahora debo fingir estar emocionada. Eso no es justo.- dije dramáticamente.
- Bueno paso por ti a las 7.
- ¿A qué hora es la fiesta?
- A las 7:30 tía.
Pasé una bonita tarde con mis padres, hasta que se tuvieron que ir a las 4 a una famosa junta de trabajo.
