¿Solo Primos? Já

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- Ah chicos está bien que confíen en mi y todo eso pero, aún es un poco incomodo verlos... Darse amor. - si esa es mi prima.

Para la salida que teníamos planeada desde hoy en la mañana decidimos ir al parque de atracciones que estará en la ciudad esta semana. Y pues si la verdad es que no hemos escondido el hecho de que Joseph y yo estamos en una relación más allá de los lazos familiares. Es que no lo puedo evitar, besar sus labios se siente tan bien. Si tocar el cielo fuera posible yo creo que se sentiría así.

- Perdón Soni es que no puedo evitarlo. Pero no te preocupes prometo controlarme.

- Si hermanita no pasara más. ¿Quieren algo de comer? Yo muero de hambre, y parece ser que esos banderines son muy buenos. Se venden muy rápido. -Jo, siempre cambiando de tema.

Y así fue como nuestra conversación fue pasada en lo que nos acercamos a la fila para comprar esos tan afamados banderines, ya en la fila sin mucho que hacer decidí recorrer el lugar con la mirada, todos esos juegos que te llenan  de adrenalina siempre me han fascinado pero cuando venia con la arpía de mi ex mejor amiga y el idiota de mi ex novio, ni los volteaba a ver. Digamos que son unos cobardes en todo y para todo.  Había de todo, desde los juegos pequeños donde puedes ganar un premio y te hacen pagar una fortuna porque crees que puedes ganar el premio mayor y terminas por recibir como premio una rosa falsa. Hasta las atracciones mas temibles como el martillo, los trompos, la montaña rusa, y así sucesivamente. mi recorrido visual iba tan bien hasta que los vi. Los perros traidores de Ivet y Marco, pero estaban con toda su manada de arrastrados. Sí, los mismos que se creen dueños de todo el territorio que pisan solo porque sus padres tienen dinero. Que desperdicio.

Al verlos me puse rígida y no solo yo lo noté, mis primos de igual manera lo percibieron.

- Ani, ¿te sientes bien? Te pusiste un poco tensa. - preguntó un tanto preocupada mi prima, Sonia mirando al rededor, tratando de entender el problema. Cuando sus ojos lo captaron... - Oh no, ¿que haces ellos aquí. - dijo con ojos entrecerrados.

- Es un parque de diversión, bonita, supongo que es obvio lo que hacen aquí, el problema es que fuera el mismo día que nosotros decidimos venir. Y con toda la perrada. - Al escuchar mi forma de expresión, Sonia me dio una mirada de, " no seas mal hablada". Y lo cierto es que yo no acostumbró expresarme así,  aunque me he dado cuenta que cuando se trata de ellos, no me detengo. - Ay, perdón Sonia, es que no lo puedo evitar, todos ellos decían ser mis amigos, y cuando pasó lo de Ivet y Marco, me hicieron de lada cuando la víctima fui yo.

Cuando terminé de hablar, Joseph se tensó mas de lo que ya estaba de tan solo ver mi expresión. - No volteen ahora, pero creo que ya te vieron y vienen hacia acá. - ¿Qué? ¡No puede ser! - Sí, así que actúa normal, no hagas una escena, porque estamos en un lugar público.

Estaba por replicar, cuando sentí que alguien tocó mi hombro. No puede ser. No iba a voltear pero volvió a accionar de la misma forma.  Así que di la vuelta lentamente, para encontrarme de cara a la arpía del año. Con una sonrisa casi tan falsa como sus extensiones.

- Ania, ¿cómo estás? No estaba segura de que si fueras tú. Tanto tiempo sin verte. - Dijo con una hipocresía de lo más notable. Al menos para mí. Este es mi juego.

- Ay, Ivet, preciosa. No te había visto, - contesté mientras le daba un abrazo. - ¿Qué haces aquí? No me digas, por fin te animaras a subirte a la montaña Rusa.

Sonrió, como sí nunca hubiéramos dejado de hablar. - No tu sabes que esas cosas me aterran.

- Pero que no sabes que los miedos se conquistan. - dije con un tono de simpatía falsa. Volteando a los demás, - Y ustedes, deberían de ayudarla a superar sus fobias.- comente con una sonrisa. Marco me miraba con cara de "¿ Estás loca? Basta". Pero no lo hice. Al contrario. - Ay no, son tan descortés, les presento a mi prima y primo, Sonia y Joseph. Ellos son...

- Sé quiénes son,- dijo Sonia. - Es Marco, ¿no? Perdona mi pregunta Ani, pero ya que está soltero porque lo dejaste ¿puedo hacerlo mi novio? - dijo mordiendo su labio sensualmente mientras hacia contacto visual con el animal ese. Eso no me lo esperaba pero la reacción de Ivet fue épica.

- No, no puedes porque ahora él, es mi novio. - dijo entrelazando sus dedos con los de Marco.

Antes de que pudiera responder algo, fue Joseph quien habló. - Tsk. - hizo chocando la lengua con los dientes. - Es una verdadera pena, apenas que te iba a pedir el número, ¿Ivet? ¿Lo tengo bien? - ella asintió con la cabeza. - Lo sabia, es un nombre muy bonito como para olvidarlo. - Al decir eso, la tomó de la mano y le dio una vuelta. - hermoso como su portadora.

Al oír eso, Marco se tornó tan rojo que parecía poder asar una hamburguesa en su rostro. Pero no pudo decir nada gracias a que Sonia ya tenía una mano en su pecho y lo estaba abrazando.

- ¿Ya ven? Problema resuelto,  hermanito tu con la linda de Ivet y yo con esta guapura.

Íbamos a seguir nuestro juego improvisado, cuando notamos el avance de la fila. Y lo mejor de todo, ya era nuestro turno. Así que nos despedimos de ellos de la misma manera en la que los saludamos. Hipócritamente. Dándole un abrazo a cada uno y deseándoles suerte.

Cuando ya se habían alejado lo suficiente para no escuchar, empezamos a reír, repitiendo las frases tonta que acabábamos de decir.  Tratando de calmarnos para pedir de comer. 

Ya que cada uno se había terminado su banderín, continuamos nuestro recorrido. 
Subimos a todos los juegos posibles y cuando ya no había mas opciones repetimos las mejores.

(...)

- Fue el mejor día de mi vida, - dijo Sonia en cuanto entramos a la casa. - Al ver a ese par creí que se nos iba a amargar el día. Pero, fue todo lo contrario, sus caras al ver que no habían logrado incomodarte ha sido mi mejor premio de actuación.

- Definitivamente, estoy de acuerdo contigo enana.

- Claro que sí, aunque no me gustó que coquetearan con mi ex novio y ex mejor amiga. - dije con intento de seriedad.  A lo que empezamos a reír de nuevo. - Los amo, son los mejores que pude tener. No los cambiaría por nada en el mundo.