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para mi, sin embargo, era mejor que toda esta charla sobre "mentiras" y "pleitos" quedará a cargo de los adultos. Yo tenía la mente ocupada en otras cosas. Me preguntaba:  ¿cómo van a trasladar una casa?  Esa era la respuesta que quería. ¿Iban a venir helicópteros para levantar la casa  y acercarla más o menos un kilómetro y medio, hasta su nueva ubicación?  O quizás vendrían aviones que bajarían en picada y la remolcarían con sogas gruesas y fuertes. No tenía la menor idea, pero no pensaba perderme el espectaculo.

Al llegar a la cumbre de la colina, ya no tenia aliento. Ya había enormes tractores ubicados alrededor de la casa, y un equipo de obreros estaba asegurando los costados de esta con cables. Vi a mis padres mirando fijamente a junior, quien estaba de pie junto a la casa. Un grupo de vecinos y gente del pueblo se reía y hacía bromas mientras cavaban para sacar los arbustos y pequeños árboles que mamá había plantado alrededor de la casa.  Yo esperaba una fiesta, pero esto tenía un aire extraño. Algo no estaba bien. 

Miré a mi padre mientras se acercaba y tomaba a junior por el brazo para obligarlo a que no sacara las plantas. Junior sacudió su brazo y papá cayó hacia atrás.  Mamá corrió hacia el gentío, sacudiendo su pañuelo como si pidiera una tregua. La gente la ignoró, mientras rodeaba a papá y lo regañaba como a un niño inexperto. Escuché palabras que me hicieron poner colorado. Luego la gente se volvió hacia mamá y comenzó a insultarla, en el lenguaje más sucio y vil que uno pudiera imaginar. Por un momento miré los rostros de esta "buena gente" a la que había conocido durante toda mi vida. ¿Cómo podrían estar insultando de esa manera a mis padres? ¿No eran nuestros amigos?  

Mi papá, que ya había estado bebiendo esa mañana, se resbaló en el lodo y cayó de espaldas, lo cual provocó más burlas de la gente. 

Mi Viaje Del Escepticismo Hacia La Fe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora