cada vez que sabíamos que habría vecinos de visita, yo me hacia cargo. primero, conducía la camioneta de papá detrás del granero y la estacionaba donde ninguno de los que venia pudiera verla. abría la puerta del granero de par en par y la dejaba abierta. luego iba a buscar a papá. lo agarraban y lo arrastraba hasta el granero. me estaba volviendo bastante fuerte por el trabajo en la granja, y mi papá era menudo. cuando estaba lleno de alcohol, no oponía gran resistencia, aunque sabia muy bien lo que estaba por hacerle.
arrastraba a mi papá dentro del granero y lo ataba como a un cerdo en uno de los compartimientos con una soga alrededor de los brazos y otra por el cuello y los pies. y no creía en Dios, pero probablemente oraba pidiendo que papá se asfixiara durante la noche en el establo. porque allí se quedaría hasta la mañana.
cuando llegaban las visitas y preguntaban por él, yo decía: "ah, tuvo que salir por un rato" o "tenia un compromisos en el pueblo". no hacían mas preguntas; asentían educadamente y entraban a la casa.
más tarde esa noche, me quedaba despierto en cama preguntándome si quizás debería ir hasta el granero y ajustar la soga alrededor del cuello de mi papá. apenas lo suficiente para ayudarlo a entrar en la eternidad. pero era probable que la policía descubriera que yo lo había hecho y entonces me mandaría a la cárcel o el reformatorio. (no estaba seguro dónde podrían a un chico de trece años que había matado a su padre, pero sin duda lo ubicarian en un lugar donde era preferible no estar.)
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Mi Viaje Del Escepticismo Hacia La Fe.
EspiritualJosh McDowell ha dado más de 24.000 conferencias a más de 10 millones de personas en 118 países. El es autor y coautor de 134 libros, que han vendido más de 54 millones de copias en todo el mundo, incluyendo más que un carpintero, que ha sido traduc...