Capítulo 8

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Pisé el acelerador, comencé a pensar en el hecho de que iría al gimnasio, y recordé, que no tenía ropa para la ocasión, así que me dirigí hacia Farleiyuel Mall.

Creo que no tenía muchas ganas de ir, pero me había invitado Michelle, y no sabría cómo decirle que no, así que, supuse que lo mejor que podía hacer era comprar la mejor ropa deportiva que encontrara.

Estacioné mi auto en el sótano superior del centro comercial, en ese momento me dirigía hacia la entrada para tomar el elevador.

Justo cuando iba a ingresar, sonó mi teléfono, era Thomas quien me llamaba. ¿Cómo le habría ido? Me pregunté.

-Hola Thomas, ¿qué más?

-Harry, ¡hola! Pues estoy muy feliz amigo.

-¿De veras? ¿Qué sucedió?

-Dime donde estas, voy a recoger mi motocicleta y nos encontramos ¿te parece?

-Sí Thomas, estoy en Farleiyuel Mall, te esperaré en la sección de "Ejercicio y Salud".

-¿Harry? ¿Estás bien? ... Si estás perdido dile a un empleado que te señale la sección de videojuegos.

-No estoy perdido Thomas, pero date prisa, cerrarán en dos horas el centro comercial.

Un poco confundido respondió. –Está bien, voy para allá.

Mientras esperaba a Thomas, estuve observando prendas deportivas, y observé fotos de modelos, prácticamente era como estar mirando a Sam, Michelle y a quien yo creía que era Charlie.

Y luego pensé. Si la persona que yo había visto, no era Charlie, ¿por qué estaba alzando a Sam en brazos?

Traté de crear una explicación razonable, y lo único que yo creía posible era que Sam engañaba a Charlie con ese sujeto, pero eso no explicaba su despedida, cuando Sam decía "Adiós Charlie" y tampoco podía creer que Sam fuera de esas personas. Tal vez su belleza ocultaba quien era realmente.

-¡Harry!

Escuché una voz familiar detrás de mí. Era Thomas que muy alegre me saludaba.

-Hola Thomas. Te escucho, ¿qué sucede?

Caminamos paralelamente mientras veíamos las prendas deportivas. Entonces, él comenzó a narrarme.

-Es lo mejor que me ha pasado Harry.

-¿Por qué lo piensas?

-Veras, cuando nos dejaste en Green Life, nos dirigimos a las Cursi Burbujas en donde estuvimos platicando un poco sobre nosotros, en pocas palabras, nos conocimos más.

Luego ella oscureció la burbuja, nadie podía ver lo que sucedía en el interior, entonces me miró fijamente, y me dijo que yo le gustaba. Yo le dije que sentía lo mismo por ella. Y sonreímos, la respiración se me aceleró a mil, sentía mariposas en el estómago y vi que ella se le dificultaba pasar la saliva, entonces cogí su mano, miré sus labios, y me acerqué lentamente, ella hizo lo mismo y nuestros labios se unieron en un tierno beso. Ella es lo más lindo. Dijo con los ojos casi brillando.

-Increíble Thomas, es genial por ti. Me alegra que finalmente alguien te valore.

Dije tratando de mostrar mi apoyo, no sabía que más decir, yo jamás había sentido algo así, y por eso me quedaba corto de palabras.

-Oye Thomas, pregunté cómicamente. – ¿Cómo regresaron a casa?

Thomas sonrió y respondió. – ¿Recuerdas que te dije que era buena corriendo?

-Sí...

-Exacto.

-¿Enserio? Jaja cool.

-Sí, ¿desde cuando dices cool?, y ¿por qué estás en la sección de ejercicio y salud y no en la de videojuegos? Dijo con tono alto Thomas.

-Es una larga historia. Respondí.

-Pues tenemos hasta que el centro comercial cierre, así que empieza a hablar.

-Está bien, Michelle es la secretaria del Sr. Brown, ya te había comentado sobre él, y pues resumiendo, ella me invitó al gimnasio. Al cual también va Sam, Fin.

-¡Woow! Que larga historia.

-Cállate y ayúdame a elegir, quiero algo cool, que haga ver los músculos que no tengo. Dije sarcástico pero honesto.

-Uy, entonces debemos apresurarnos solo tenemos dos horas.

Y reímos al mismo tiempo mientras buscábamos. Thomas no es que fuera un cuerpo 10, pero él solía correr así que era mejor deportista que yo.

Estuvimos buscando por hora y media una prenda apta para mí medio oscuro cuerpo, describirme era ver a un soltero moreno gamer... En cambio Thomas era más claro, atlético y delgado. Yo era más alto que él como por 3 centímetros, y ambos teníamos el cabello negro.

Y bueno después de perseverar alcanzamos... compré una camisa blanca con diseños de mini palmeras y una pantaloneta azul oscura que le hacía juego, y también unas zapatillas morado neón.

Después de esto, ya cansados fuimos hasta el estacionamiento donde pasaron el anuncio de que el centro comercial cerraría, Thomas y yo nos despedimos, yo le agradecí y cada quien se fue a casa.

Conduje mientras detrás de mí el centro comercial apagaba sus luces y ya quería llegar a casa para yo también apagar las mías.


Nadie es Indispensable.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora