Capítulo 9

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Al día siguiente sonó mi celular a las 4:00 am, ¿quien podría estar llamando a esa hora?, no tenia ganas de contestar, pero el sonido se hacia cada vez más intenso, así que el único remedio fue, levantarme, ponerme mis gafas negras, estirar la mano y coger el celular. Y finalmente el ruido desapareció.

-¿Hola? ¿Quien habla?

-¡Hola Harry! Habla Michelle, ¿recuerdas que quedamos de ir al gimnasio?

Medio dormido y acompañado de un bostezo dije:  -Ah, sí claro, como olvidarlo. 

-Pues veras, mañana es sábado y se acostumbran los sábados llevar alguien nuevo al gym, así que estaba pensando si a ti, te gustaría ir.

Me detuve a pensar la situación... ya había comprado la ropa obvio que debía ir. 

-Claro, ahí estaré, ¿a que hora?

-A las 7:00 am, comenzará y durará hasta las 11:30 am


Más de cuatro horas, pensé.  Sabía que iba a sufrir mucho con eso.

-Oye Harry, si tú quieres invitar a alguien más, puedes hacerlo ya sabes es en el Sam's Gym.

Claro, entonces por eso Sam sale tan temprano al gimnasio todos los días, ella es la dueña del lugar.  Pero eso significa que me debo lucir, no puedo quedar mal frente a ella.

Solo deseaba pasar un buen rato, y si podía, saber quien era realmente "Charlie" y quien el chico de los fines de semana.

Luego de pensar en esto, pensé en que yo también podría invitar a alguien más, a Thomas porsupuesto y él podría invitar a Teresa, ambos corren, así que levantar pesas y hacer cardio no les haría mal, también pensé en Clary y Beatrice, además, yo tenía el número de Clary, solo era cuestión de que me contestara.

-Gracias Michelle, ahí estaré y llevaré gente conmigo.

-Genial Harry, ojalá la pasemos súper. Oye por cierto disculpa la hora de mi llamada, debo organizar papeles del Sr. Brow, espero lo entiendas. 

-Claro, está bien, no hay problema, cuídate, adiós. 

-Adiós.

Rápido colgué el móvil, e inmediatamente comencé a buscar el número que Clary me había dado, duré media hora buscándolo, pero cuando lo encontré mi alegría fue tal, que tiré mis gafas al suelo por la emoción.  -Aush. -Dije un poco molesto.

Regresé a mi habitación, me tiré a mi cama, y con el móvil en la mano y el número en la otra marqué lentamente para no equivocarme de número. En ese momento sentí, que los nervios se apoderaban de mí... el celular en "marcando" y yo esperando...

Hasta que por fin, con voz un poco suave y notablemente medio dormida, alguien respondió.

-¿Hola?  ¿Quien llama? 

Me quedé en blanco por un segundo.

-¿Clary? Hola soy Harry el chico de ayer de la cafetería, perdona la hora en que llamo pero...

-¿Harry? Hola, soy Beatrice, Clary no está aquí. ¿Cómo conseguiste mi número?

¿Qué? el número que Clary me había dado no era el de ella si no el de Beatrice, ¿por qué ella habría hecho eso?

-¿Beatrice? amm, Clary me lo dio. Y creí que era el de ella.

-Ah, si quieres te paso el de ella.

-No, no te preocupes, tú le avisas lo que yo te diga, ¿vale?

-Vale, dime.

-Tu amiga Michelle me invitó al gimnasio, y quedamos en que mañana iríamos varias personas para un día de ejercicio, es de 7:00 am a 11:30 am.

Ella me interrumpió. -Oumm sí al gimnasio Sam's Gym verdad? 

-Sí. Respondí un poco confundido. -¿Estás bien Beatrice?

-Eh... sí, estoy bien. Sí, eh yo, digo, nosotras conocemos ese gimnasio, le avisaré a Clary. Gracias por invitarnos, adiós. 

-Espera!  Colgó. 

Qué había pasado, Beatrice se puso muy nerviosa, será que se molestó por la hora. Realmente estaba confundido, y tampoco entendía por qué Clary me dio el número de Beatrice y no el suyo.  Mañana lo averiguaré pensé. 

Mientras estaba confundido y pensativo, pasaban los minutos, y ya eran las 5:00 am, no quería llegar tarde al trabajo otra vez.

Me alisté lo más rápido que pude, alisté mis cosas, tomé las llaves del auto y salí corriendo por la puerta que casi se desbarata por la prisa que llevaba. 

Miré con desagrado que el elevador estaba en el piso inferior y no pretendía esperar hasta que este subiera, así que sin pensarlo dos veces,  bajé por las escaleras los dos bloques que me alejaban del parqueadero, y cuando iba llegando abajo, choqué con una silueta que se me hacia muy familiar y que iba en dirección contraria a mi, ¡era Sam! y llevaba unas bolsas con ropa para el gym, las cuales ahora decoraban el suelo y una parte de las escaleras.

-Oye ¿tienes ese don de tumbar todo lo que se te cruza por el camino verdad?

Me quedé apenado no sabia que decir.

-Es broma descuida.

Me alivié y ella dijo...


Nadie es Indispensable.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora